6 de septiembre de 2010
“Pa qué”
Eneas G. Ferri.
- No puede ser, la mina está rodeada. Ese maldito recluta de pueblo está apuntando con un bazoca. Va a disparar. Sólo puedo correr hacia dentro. Veré como salgo de la mina.Cuando a las puertas de una mina el grupo comandado por el sheriff opta por la destrucción, a Jonnhy no le queda más remedio que buscar cobijo en las entrañas de la tierra. Tras correr a la desesperada, cae por unas cuantas pendientes. No sabe cuanto ha recorrido hacia el fondo. Ni cuanto tiempo ha estado entre golpes. Una vez se detiene, se pregunta si todavía sigue vivo. Lo está, apenas tiene unos cuantos rasguños. Cuando empieza a aclarar el pensamiento, le parece escuchar algo al fondo de la mina. Un sonido lejano, algo repetitivo le llega vagamente a sus oídos. Decide ir en esa dirección.
Tras un largo rato, parando en cada cruce de pasillos para ver de donde procede el sonido, observa a una puerta. Un hombre rubio, de gran estatura, tez blanca, ojos claros y de cerca de dos metros de altura esta situado justo delante de un gran portón. Detrás, el sonido repetitivo que escuchaba se convierte en música. En un primer momento se asusta y se esconde, pero tras examinar la actitud del guardia, decide acercarse. Con rostro serio y la habitual mirada del tigre que entrenó para enfrentarse a Mr. T en 'Rocky III', antes de ir a Vietnam con el Comando Baker y volver para que le persigan (claro está), se encamina de frente al guardia. Se detiene ante él, éste le mira y le dice con acento del este: “Llevas sapatos, puedes entrar”.
Se abre la compuerta. El sonido repetitivo es un reggaeton. La sala, la de más tamaño de toda la mina, es una fiesta de extraña indumentaria. Unas 33 personas beben y bailan sin detenerse en su presencia. No beben en vasos. Beben en cascos de minero. Sin hielo. No hay luz. Las linternas que llevan cada uno enganchadas en la frente alumbran allá donde el ritmo de la música les hace mover las cabezas.
Jonnhy decide acercase a uno de ellos. Gritando en la oreja le pregunta: “oye, ¿esto que es?” El minero le cuenta que en sus caídas ha pasado un año y ha aterrizado en Chile. Ellos son un grupo de mineros que quedaron atrapados el 6 de agosto y sólo contactaban con el exterior a través de una vía. Tras meses de negociación y muchos síndromes de abstinencia, pactaron con el Gobierno chileno que sería más fácil que les hiciesen llegar una destilería en pequeñas piezas que realizaran un gran proyecto para sacarlos de allí.
Un mundo paralelo se ha creado desde entonces. Tras un año de fiestas, han conseguido las soluciones a las desigualdades sociales, a las enfermedades que más muertes causan e incluso han elaborado el elixir de la vida eterna. Rambo entonces le pregunta: “¿Y por qué no realizan ahora el proyecto y salváis a la humanidad?" El minero contestó: “Pá qué”.
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