Teresa Fernández / Madrid.

En días fríos y lluviosos, el cansancio tras la jornada laboral y el aburrimiento en la cocina son un tándem a derribar cuando el reloj de pared marca las 21h y, el biológico gruñe como seña de hambre.

Lejos de las ensaladas, la tortilla francesa o la pizza pre-cocinada, la cena de hoy será diferente a la par que sana, y de elaboración rápida y sencilla.

El ingrediente principal son las espinacas, quién no comparta comida favorita con Popeye, que tome nota y pruebe este plato, porque el sabor de las verdes hojas está matizado.

Cocer las espinacas -pueden ser frescas o congeladas-. Mientras, hacer los rollitos -extender una loncha de jamón york (o beicon), colocar encima una de queso (y/o láminas de champiñón), enrollar, presionar, cortar en pequeños trozos. Y a la sartén caliente, con una pizca de aceite para que se funda el queso.




El siguiente paso es batir en un bol los huevos, añadir las espinacas ya cocidas y escurridas, remover y rehogar en la sartén con una cucharada de aceite -y si se quiere un ajo picado muy menudito- durante unos minutos a fuego lento hasta que cuaje el huevo.

Dorar los rollitos, en otra sartén con una pizca de aceite para que no se pegue, hasta que se funda el queso y añadirlo al revuelto de espinacas y huevo, y servir.

¡Qué aproveche!