Miguel Á. Gómez / Murcia.

Nada es lo que parece en “Shutter Island”

Tras múltiples nominaciones a los Oscar a lo largo de toda su carrera y habiendo hecho méritos para conseguirlos con películas, como por ejemplo, “Toro Salvaje”, “Uno de los Nuestros” o “Casino”, Martin Scorsese; uno de los mejores y más influyentes directores de la historia del cine, fue coronado como Mejor Director en 2007 con “Infiltrados” (consiguiendo también ésta el Oscar a la Mejor Película), premio que fue entregado a manos de Francis Ford Coppola, George Lucas y Steven Spielberg, grandes amigos suyos.

Obtenido así el preciado y ansiado galardón, el director, guionista, productor y actor ítalo-americano vuelve a la gran pantalla para deleitarnos con “Shutter Island”, un thriller psicológico, enrevesado y perturbador que permite al espectador realizar un viaje hacia el lado más oscuro y tenebroso de la mente humana.

Basada en la novela homónima del escritor Dennis Lehane; autor, entre otras, de “Mystic River” y “Adiós pequeña, adiós”; obras también llevadas con cierto éxito a la gran pantalla, 'Shutter Island' trata de una apuesta arriesgada que aborda un género poco común en la filmografía del director, y aunque no esté a la altura de sus grandes trabajos, no deja de ser una película interesante y excelente.

Sin duda, posiblemente, estemos hablando del mejor resultado satisfactorio hasta la fecha, derivado de la unión entre el director y actor fetiche, formada por Scorsese y DiCaprio.

A pesar de ser una película que entretiene pero no sorprende, incluso resultando previsible por momentos, se trata de una obra realizada con una calidad técnica envidiable que no defraudará a nadie, contando a su vez con unas excelentes actuaciones, sobre todo por parte de un sublime Leonardo DiCaprio; siendo una de sus mejores interpretaciones que se recuerda, y un estupendo y siempre correcto Sir Beng Kingsley, en su papel de personaje desafiante y enigmático.

Toda una obra que te envuelve y atrapa hasta aturdirte en su mismo final; una historia caracterizada por una considerable cantidad de situaciones delirantes y paranoicas, en dónde predomina la impresionante fuerza de los diálogos e imágenes de los personajes, los cuales esconden más de lo que dejan ver, desconociendo a su vez, de quien te puedes fiar y de quien no. Una atmósfera claustrofóbica, asfixiante y llena de misterio e intriga, componen una fotografía oscura y sucia que, a su vez, forma una ambientación casi perfecta.

Todo ello, acompañado de una certera banda sonora desasosegante e intranquila que eleva considerablemente el nivel del film, teniendo como objetivo principal logrado con éxito, provocar una espectacular y creciente tensión e inquietud en el espectador, hasta el punto de poner los pelos de punta, recordando un poco tal vez, en este aspecto, a “El Cabo del Miedo”.

Un consejo, recomiendo no ver el trailer ni leer la sinopsis de la película, para aumentar así las posibilidades de disfrutar aún más; si cabe, de un notable film que admite, e incluso parece resultar necesario un segundo visionado, para poder percibir todos los detalles con más naturalidad y encajar así todas las piezas con mayor claridad.

El señor Martin Scorsese sigue en estado de gracia, y a pesar de no ser su mejor película, nos demuestra una vez más, sus grandes cualidades y dotes, que le califican como uno de los grandes maestros del Cine.