Ana Andújar / Lorca.

Después de la primera entrega, seguimos con el repaso a lo que fueron las mejores actuaciones, sexualmente hablando, de 2009.

Del 5 al 1

5. CINE ESPAÑOL SIN SUECAS

Si algo tiene Penélope Cruz que enseñarle a los americanos, es que el jamón español te hace crecer unos pechos espectaculares (si ese fuera el eslogan creo que exportaríamos mucho más), así que la situamos en el top 5 por los polvetes que (esperamos) se esté metiendo con Bardem y por el que pudimos “ver” entre las sábanas de 'Los abrazos rotos'. Estéticamente precioso, en la práctica, incómodo. Mi abuela diría que así se peca menos.

Otro ejemplo de meneo patrio nos lo dio la injustamente no galardonada 'Mentiras y Gordas'. Con un título que ya se las trae, esta exposición de nuevos triunfitos de la escena cinematográfica y televisiva nacional , no aporta nada más que material masturbatorio para quinceañeros que quieran tener una peli encima del portátil que no se llame “En colegio femenino, ensalada de pepino”. Si ese es el reflejo de la calidad sexual de nuestra juventud (ya no hablamos del tratamiento de la droga y la fiesta, para descojonarse), ya nos pueden situar como los más ardientes de Europa. Pero como no queremos cebarnos con el exquisito guión ni la cuidada fotografía, sino con los polvos más notables, también decimos que está la mar de bien ver en el tema a Hugo Silva y Ana de Armas, portadas Woman y FHM respectivamente. Orgullo patrio.

4. THE READER, REVOLUTIONARY ROAD

Más bien el número 4 debería estar dedicado a Kate Winslet, que finalmente se alzó con el Oscar en 2009 como mejor actriz después de tirarse un par de rodajes retozando más que contenta en estas dos peliculazas. Con 'The Reader', una fantasía para cualquiera: ser maestra para sacarse algo más que la ESO, pasárselo bien con un jovencito que tiene curiosidad por aprender y que no prefiere la Champions a una lección de madrugada. En 'Revolutionary Road', dejando aparte las consecuencias que trae, todo un clásico: ¡polvo en la encimera de la cocina! Si los de IKEA fueran más listos harían deberían diseñar las cocinas para que aguantasen peso y embestidas entre el frigorífico y la olla de alubias. Porque echar un polvo con glamour cuesta poco, aconsejamos plenamente llamar una noche a Telepizza y aprovechar esas cuatro paredes para un aquítepillo. El favorito de la mujer de Adriá.

3. PARIS HILTON Y CHRISTIANO RONALDO

Dos premios nobeles se sitúan en el puesto de bronce porque queda demostrado que por mucho dinero que se tenga en la cuenta corriente se puede ser igual de cutre y chabacano que una belén esteban (ya se convierte en nombre común) de Barranquillas. Así, algún paparazzi avispado pilló a la señorita de la ropa interior invisible montando literalmente al jugador de moda y la verdad, no creemos que fuera para pedirle el regalo de Reyes. Para más pecado, la foto aparece en portada de algunos de los periódicos más “serios” del país intentando desvelar el borroso pixelado de las faldas de la rubia. Porque parece mentira que estos dos cerebros de la ciencia y las artes no sepan que las cámaras les siguen a todas partes, les deseamos para el próximo retoce que le pidan las llaves al abuelo de Paris, que por lo visto tiene un par de pensiones en los alrededores, para que jueguen a los cowboys con más intimidad.

2. INDHIRA Y ARTURO

Muy a nuestro pesar situamos a estos dos personajes o personajillos del reality show más famoso de la historia de la televisión, “Gran Hermano”, en el segundo lugar y medalla de plata. ¿Las razones? Sobre todo para que quede como recordatorio de lo que no se debe hacer. Y no es que no se deba follar todo lo que se pueda y más con la pareja, el amante, o el machista latinlover que encuentres el primer día de convivencia en ese prado florido de intelectuales como es la casa de Guadalix, pero mejor encomendamos a los protagonistas que hubieran esperado un poquito a salir, o en su defecto, que hubieran sido más discretos. Por desgracia, los mecanismos de la memoria son selectivos, y si bien no logro acordarme por más que la relea, de la lista de reyes españoles, bien a fuego tengo grabado el sexo más patético que podría haber visto en televisión: un horrendo rapipolvo en el cuarto de las fregonas del que sólo escapaban cuatro piernas mal posicionadas y unas incoherencias verbales que harían avergonzarse al Marqués de Sade. El sueño de toda princesa siempre ha sido que le haga el amor un caballero andante que hace diez minutos la está llamando gilipollas, y terminar con el tanga por los tobillos y una botella de lejía en los riñones. Para que luego digan que no quedan románticos.

1. SILVIO BERLUSCONI

Il Cavaliere sí que sabe montárselo bien. Le damos, con un par, el número uno y la medalla de oro que puede fundirse para comprarse un par de botecitos de viagra. El presidente italiano, que puede dejar como mojigato al mismísimo Hugh Heffner, lleva un año que no se lo cree: acusaciones de malversación y corrupción, acoso de paparazzis por conseguir un reportaje de sus fiestas de té en su villa privada, y para terminar bien el año, un desequilibrado le tira a la cara una réplica de la catedral de Milán (que por las veces que lo dijeron en televisión pienso que da un reclamo turístico excelente, imaginaos que hubiera sido de la Maestranza de Sevilla) y le rompen la nariz y medio labio, así que se acaba dar besitos a las ragazzas y esnifar polvo de ángel. Pero qué podemos negarle a Don Silvio, que tan bien trata a las mujeres, empezando por su equipo político (y el español) y terminado en su santa esposa de silicona, que se hartó de irse a hacerse las uñas para no mirar al pichabrava de su maridín con veinteañeras con ganas de sacarse rápido la carrera. Ya lo dicen por ahí, ITALIANS DO IT BETTER, aunque en este caso, no sabemos con cuál de las dos acepciones de “joder” quedarnos.