26 de noviembre de 2009

“¿Por qué no borras eso?”

Javier Ruiz / Murcia.

Dicen que no seremos ciudadanos europeos de verdad hasta que no nos parezcamos a los alemanes, finlandeses o suecos. Y es verdad. Los españoles, habituados por historia al “sálvese quien pueda”, no hemos desarrollado todavía determinadas actitudes cívicas que nos enriquecerían como sociedad.

Esta teoría la he podido constatar -otra vez- con algo que me pasó hace un par de días en compañía de dos amigas de SHDC.

Estaba en una céntrica plaza de Murcia, donde hay un pequeño bar. Habitualmente, al salir de trabajar, tomo allí una cerveza con los compañeros. Nos encontrábamos en una mesa de fuera que está pegada a la pared y por el rabillo del ojo vi acercarse a una mujer grandona y sonrosada de unos 60 años.

Nos advirtió que hablaba “muy mal español” y después –curiosamente con un castellano casi perfecto- nos preguntó “¿sabéis qué es eso que hay ahí?” y dirigió su dedo a la pared.

No nos habíamos dado cuenta (seguramente por esa falta de conciencia ciudadana) pero estábamos tomando una cerveza junto a una tremenda pintada de una Svástica nazi.

La mujer me habló del sufrimiento del pueblo judío, me hablo de la vergüenza del pueblo alemán y me habló también de las escuelas de su país. Allí los niños aprenden que Berlín debe ser recordada “por ser la capital de la paz y no por haber sido la capital del tercer Reich ni la del muro”

La mujer nos explicó que en Alemania es ilegal hacer esa pintada y que sería “absolutamente inconcebible” que el propietario de un bar la tuviera en su fachada.

En un inglés macarrónico (ella si sabía mi idioma. Yo no) le expliqué que estaba seguro de que la pintada sería parte de una gamberrada. Le ofrecí la posibilidad de hablar con el dueño del bar que, completamente alucinado, le explicó que no era un local nazi y que “un loco (crazy man, decía) se había dedicado a hacer esas pintadas por toda la ciudad de Murcia” (algo que, en su honor, es verdad. El hombre, que es un perturbado mental, fue detenido en Alcantarilla hace pocos días)

Aquella mujer estaba gastando 10 minutos de sus vacaciones en la soleada España para explicarnos esto. No había paternalismo en su discurso. Solo información tranquila. No quiso hablarnos desde la superioridad cívica de algunos centroeuropeos. Solo trataba de entender porque nadie, en toda Murcia, había reaccionado a algo tan obvio.

Sin embargo todavía quedaba la puntilla: la mujer sacó su cartera y se ofreció a darle 500 euros de su bolsillo al tipo del bar para pintar la fachada. El hombre quedó, primero alucinado, después flipado… Pero, por supuesto, como buen español rechazó –por vergüenza torera- el dinero. Dijo que lo limpiaría él. Y añadió “mañana mismo”.

Minutos después, mientras mi amiga alemana –conmigo de traductor- le explicaba la situación a un policía, pensé que quizás el comerciante borraría el graffiti y no seguiría alli por mucho tiempo. Por un momento pensé que los esfuerzos de esta ciudadana alemana iban a servir de algo y que quizás las sociedades progresan así, con pequeños ejemplos.

Sin embargo, ha pasado un mes y la pintada nazi sigue allí. Cuando la miro, pienso que no todos los campos de concentración son físicos y tienen alambradas. Nuestra conciencia ciudadana –en Murcia al menos- está en uno de ellos, mental e imaginario.

Y somos nosotros mismos los que lo hemos construido.

7 Response to "“¿Por qué no borras eso?”"

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antxon Says....

Es muy buena la historia, la primera vez que la oí, de boca del mismo artista que la escribe, con un quinto de cerveza murciana en mano, me emocioné. Si queda gente así, y de la que lucha y aprieta los dientes, de la que no se cree casi nada y lucha por casi todo. Cada uno a su manera, yo quizá me hubiera gastado mucho menos, 2,40 leros y habría comprado un bote de spray y borrado la esvástica de m... en un minuto... pero ha pasado un mes y la pintada esta hay.
Como hoy el otro día a Santiago alba rico, nos han robado la razón, la memoria y la imaginación, y lo peor es que veiamos como se nos metía la mano del ladron en el pantalon y hemos mirado para otro lado.
Tenemos la murcia que nos merecemos.

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Pabli Says....

Sin duda no le falta razón a la señora. Yo desgraciadamente vivo en un barrio de obrero de madrid, donde un movimiento Nazi campa a sus anchas por el... con sus pintadas y pegatinas...

Ahora bien, si tanto nos sorprende esos símbolos, espero que tanbién nos sorprendan la cantidad de simbologia fascista que aun queda en nuestro estado...

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Anónimo Says....

CIERTO.. CIERTO PABLI... ESE ES OTRO DEBATE..

en madrid, sigue moncloa copada por los niñatos nazis???

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Anónimo Says....

Enhorabuena Colibrí, sigue volando.
Me agrada saber q encuentras en este blog un espacio donde dar rienda suelta a tus inquietudes, quizá yo tenía razón, tú sólo podrías ser periodista.
Un abrazo.
P.D: Espero que la próxima vez que vayamos a tomar algo me dediques al menos 5 minutos.

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