23 de octubre de 2009

Mis 10 goles (II)

Antonio Lucas "Lobo" / Cieza.

Después de la primera parte en la que es señor "Lobo", no el de 'Pulp Fiction', sino el de Cieza, dibujaba con palabras su lista de los mejores goles (del 10 al 6), ahora tenemos el resultado final. Los mejores goles que ha visto...

Del 5 al 1:

5. Nayim. Final de la Recopa de Europa, 1995.

Probablemente, aquella final fue rodada y dirigida por Frank Capra, ese mago del cine. Un partido con un finiquito de leyenda, un gol que estará siempre en la antología del fútbol mundial. Dichosos aquellos que presenciamos el momento. ¡Qué bello es vivir!

Zaragoza-Arsenal. Últimos instantes de la prórroga, empate a uno en el marcador, tropas españolas e inglesas enfrentadas una vez más, París como testigo de lujo. Cuando el balón dio un bote a unos pocos metros de la línea divisoria y Nayim descargó su pierna ciclópea apuesto a que la mayoría de espectadores no contuvo el aliento, sino que increpó al zaragocista por tomar aquella decisión. Únicamente un niño puede esperar que ese tipo de balones coja portería. La cogió. De lleno. Pregunten a Seaman (Aún no se lo cree). El balón, con textura de mito, de cuento, dibujó una trayectoria sublime hasta la portería inglesa. Apestaba a milagro. El balón cruzó la línea de gol, atravesando el delgado hilo de lo fantástico, de lo sobrenatural. Zaragoza enloquecida, España a sus pies. París rendido al momento, a lo increíble y apasionante del instante de gloria que todo ser humano anhela alguna vez. El deporte desafiando una vez más a la naturaleza, Nayim endiosado para siempre. Otro nombre para la historia, sí. Pero sobretodo, un título europeo a las vitrinas mañas, un minuto y un gol inolvidables. Un sueño hecho realidad.



4. Zinedine Zidane. Final de la Champions, 2002.

(Definir es limitar -Oscar Wilde-.)

El mejor polvo de nuestra vida futbolística. Sin duda. El gran orgasmo del madridismo.

Si me pidieran que me quedara con un solo futbolista, el que más me ha emocionado o conquistado, tendría dudas razonables: Butragueño, Maradona, Van Basten, Romario, Raúl… Sin embargo, si me pidieran que escogiera a un poeta lo tendría claro: Zinedine Zidane. El maestro, el genio de la lámpara, el poeta del fútbol, el quinto grande de todos los tiempos. Aquel marsellés que decidió ejecutar la más bella obra de arte en el mejor marco posible, con la camiseta idónea, rindiendo un homenaje simultáneo al fútbol, a la fotografía y a las artes plásticas.

Zizou, El Zid, vestido de blanco principesco, comparecía ante su último escollo, el único reducto que se resistía al comandante argelino-francés a lo largo y ancho del planeta fútbol: la Copa de Europa. Alemanes enfrente, quiénes mejor para dignificar un triunfo. El Bayer Leverkusen hincó la rodilla y besó la mano del rey, que con estocada magistral sometió a los teutones. Un gol onírico, un hombre hecho dios.

Quedaba poco para el final del primer tiempo, cuando una internada de Roberto Carlos (la primera de aquella noche) concluyó con un centro al área. De hecho, no fue un centro. Fue un balón colgado que rozó lo más alto de la cúpula celeste. Era imposible sacar nada bueno de ese intento de pase. Sin embargo, Zinedine, el último gran héroe, lo vio claro, barruntó la idea en su cabeza de artista y la ejecutó como sólo un héroe podía hacerlo. Realizó una volea inédita, perfecta, con el aire y la tierra como aliados, amparándose en un equilibrio inhumano y una precisión más propia de una máquina. La armonía implementada en el cuerpo de aquel hombre nacido para hacer más grande al Madrid. El melón caído del cielo salió, disparado de su pincel en forma de pie, transformado en mortífera belleza esférica hacia la portería germana, pintando una fantasía en forma de gol, construyendo un mundo mejor. Dios es merengue. El Madrid ampliaba su imperio europeo. Esa competición, la más grande, es la suya. No hay réplica decente a esto. El rey blanco, guiado por el mago blanco. Genio. Genio. Genio. Gol. Gol. Gol. Novena Copa de Europa para el mejor club de la historia, una imagen de la belleza para todas las enciclopedias: el gol de Zizou.

Oh, Zidane nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu fútbol. Venga a nosotros tu reino, véase tu arte en la cancha como en la tele. Danos hoy nuestra magia de cada día, perdona a los defensas y a los ronaldistas como nosotros perdonamos a Julio Salinas. No nos dejes caer en el catenaccio y líbranos del mal (Materazzi). Amén.



3. Ronald Koeman. Final de la Copa de Europa, 1992.

El mejor beso que jamás recibió el sueño de grandeza del club azulgrana, su avidez de gloria. Un beso húmedo y voraz… ósculo urgente, definitivo.

Mayo de 1992. Barcelona era una ciudad en efervescencia. Sólo faltaban dos meses para las Olimpiadas, pero antes la ciudad, y todos los corazones blaugranas, tenían una cita con su propio destino: la final de la Copa de Europa.

El Dream Team del “Flaco”, el gran tulipán, con la historia a cuestas. Wembley, escenario mítico e idóneo. La Sampdoria como rival al trono. Siempre es muy duro vencer a una escuadra italiana, pero el poder del Dream Team no tenía límites.

Segunda parte de la prórroga, demasiado cerca de la ruleta rusa de los penaltis. Los fantasmas de la final de Sevilla ante el Steaua rondaron por la mente de todos. Minuto 111, falta a favor del F.C. Barcelona, falta indirecta. “Tintín” sabe que toda la afición le concede el honor, la responsabilidad. La varita de los elegidos le toca suavemente, mientras el aura única de Wembley lo envuelve. Toca Stoichkov para Bakero, y es Koeman quien efectúa el lanzamiento, con toda su potencia, con toda su maestría, con toda su alma. Un golpeo perfecto. Un gol antológico. El cañonero holandés metió al Barca en la historia con un trallazo diagonal, de trayectoria recta e incontestable, al extremo derecho de la portería italiana. El Barcelona campeón de Europa.

El cielo existía también para los culés, se llamaba Dream Team. La ciudad de los prodigios recibía eufórica el título. Toda España estaba orgullosa. La bota de Koeman al altar blaugrana para toda la eternidad. Con permiso del gol de Bakero en Kaiserlautern (que finalmente hube de desechar para esta lista debido a la exigencia de ceñirme únicamente a 10 goles) el maravilloso gol de Ronald Koeman se convirtió en el símbolo de aquel ansiado y merecido título del equipo azulgrana. 1992, La primera Copa de Europa y las Olimpiadas. Fue el año de Barcelona.



2. Pedja Mijatovic. Final de la Copa de Europa, 1998.

Cuando un sueño se cumple únicamente queda sonreír o llorar de alegría.

La felicidad será fugaz, efímera, utópica, engañosa… y será todo lo que uno quiera y buenamente pueda decir o imaginar. No importa, ese día fue blanca.

Final de la Copa de Europa, estadio Amsterdam’s Arena. 20 de mayo de 1998. Real Madrid-Juventus. Minuto 21 de la segunda parte. Saque de banda a favor del Madrid, Panucci cuelga el balón al área juventina, el rechace lo recoge Roberto Carlos, el mejor lateral izquierdo de la historia (casualmente el penúltimo jugador blanco en tocar la pelota tanto en el gol de la séptima como en el de la décima) que sin pensarlo golpea el balón con gran decisión, pero ninguna puntería (ese balón iba al córner), el esférico rebota en un defensa del equipo turinés, Iuliano, y la fortuna quiere que quede a los pies del montenegrino de oro, dentro del área pequeña de Peruzzi. Mijatovic sentencia a la Juve. Sortea al cancerbero transalpino con la clase y la elegancia de los grandes, y acto seguido, marca el gol más importante de su vida, eludiendo, con un toque sutil, el cuerpo del defensor en la línea de meta, el esfuerzo de Montero por evitar el gol resultó inútil.

La suerte estaba echada. Mijatovic resultó ser el elegido. La alegría no cabía en los corazones merengues. Ese gol bastó para derrotar a la todapoderosa Juventus de Del Piero y compañía (Esa noche Zidane comprendió que debería ir al equipo blanco para conseguir la corona europea).

Pedja mijatovic, el héroe de la séptima desde entonces, consiguió unir con ese gol a la generación Di Stefanera y a las nuevas generaciones mediante la experiencia inefable del título máximo. Le dio a Manolo Sanchís la oportunidad de revancha con su propio destino, dándole al capitán, al último mohicano blanco, la copa que la historia le negó, le robó, a la Quinta del Buitre, el título más esperado por el madridismo… 32 años anhelando ese momento. Se acabaron las copas en blanco y negro .El júbilo gozoso de una marea de corazón blanco se desparramó por toda España. El Real Madrid de nuevo en su sitio. Rey de reyes.

Real Madrid: un escudo para gobernarlos a todos.

Gracias, Pedja.



1. Fernando Torres. Final de la Eurocopa de naciones, 2008.

Es el primero de la lista. Con eso queda todo dicho, lo eleva al Olimpo de la apoteosis.

(Obligatorio decir que el gol de Cesc Fábregas, el quinto y último penalti, el mejor penalti de toda la historia de España, está englobado dentro de este gol que ocupa el primer puesto de mi lista)

28 de Junio de 2008. Estadio Práter de Viena. Final de la Eurocopa: España-Alemania.

Ganamos los tres partidos de grupo. Logramos tumbar a la siempre fatídica Italia, ¡en cuartos! En los penaltis, con Casillas como ídolo nacional, canonizado universalmente para los restos. Suficiente ya como para narrar una historia de ciencia ficción. Jugando un fútbol preciosista y eficaz habíamos llegado a la finalísima. La calidad estaba de nuestra parte, y por una vez, la suerte parecía que también. Al otro lado del campo de batalla, Alemania, la gran Alemania. El equipo que siempre vence en ese deporte de once contra once. El decorado, pues, de lujo. El camino hasta allí, brillante.

Minuto 33 de partido, Fernando Torres corre, más bien vuela, buscando un balón que Cesc ha metido a la espalda de las torres germanas. Lahm le tiene ganada la posición, pero su instante de confianza, su atisbo de duda, le resulta letal a Alemania. Torres engrandecido, gigantesco, le gana la partida con inteligencia, fe y una velocidad privilegiada, para ACABAR batiendo a Lehman con la clase del auténtico matador que es y que muchos negaron. GOL. GOL. GOL. España se adelanta. El país es una piña al lado de La Roja. “Yo… soy… español, español. Yo soy español, español” se escucha en todo el territorio nacional.

En el segundo tiempo: el deleite, la fortuna de poder disfrutar de la belleza y saber hacer de un equipo magnífico, que supo manejar los tiempos, el balón, que trianguló hasta la extenuación, que tocó y tocó hasta aburrir y desesperar a los alemanes. Fue 1-0. Pudieron ser más. España se gustó, y el sentimiento y fervor patrio afloraron hermanados con la alegría pura y dura. El pitido final hizo estallar una pulsión que yacía latente en el corazón de esta nación desde hacía demasiado tiempo. ESPAÑA CAMPEONA.

Los orgullosos teutones sufrieron de lo lindo. La carrera decisiva de Fernando, “The Kid”, hizo sonar en sus maltrechos oídos la “Cabalgata de las walkirias” a todo volumen, mientras observaban a Torres darnos el triunfo. No dejaron de escucharla en todo el partido. Los príncipes de rojo fueron los amos y señores de aquel terreno. CAMPEONES.

Xavi, MVP de la competición.

Villa, máximo goleador del torneo.

España, CAMPEONA.

Era un país nuevo, con un sueño cumplido. Al día siguiente, ninguno de nosotros era ya el mismo.

¡CAMPEONES!

6 Response to "Mis 10 goles (II)"

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Anónimo Says....

Yo añadiría el de Iniesta en Stamford Bridge, polémicas aparte fue un momentazo.
Muy muy buen artículo ;)

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Borja Says....

Muy buena elección de los goles y buen artículo. La verdad es que se me ocurren otros goles pero quizá no tan importantes...

Bueno, siendo estrambóticos y algo atrevidos, se me viene a la cabeza el gol de Palop de cabeza en UEFA (contra el Shartak?) que le permitió al Sevilla pasar a cuartos. Si no me equivoco al final terminarían ganando el campeonato...

Y simbólicamente, como azulón que soy, me quedaría con algún gol del Getafe al Bayern de Munich que tuvimos contra la cuerdas en UEFA...

Mucho dónde elegir, ¡¡qué grande es el fútbol!!

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Lobo Says....

Gracias Borja.
Qué momentazo el d Palop!
Y por supuest q recordé al pobre pato.La noche del Getafe-Bayern fue muy muy dura,muy similar a lo del gol de Geli con el alavés, pero como tú bien dices son tantos goles...
(Ánimo, q este año con Michel volvéis a Europa)
Un gusto.

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Andreu, xo no Buenafuente Says....

Q Grande!!!!!!!! Lobo, tu descripción del gol de Zidane ablanda el corazon al mayor de los barcelonistas. Me hipnotizaste, si señor!! Una vez terminada la lista, yo a bote pronto añadiria: el gol de Acciari al Levante (el Murcia a primera catorce años despues), gol d Pizzi en los cuartos de final de la copa del rey del 97 (el barcelona le remonta al alteti un 3-0 en contra en la segunda parte), el chavo del 8 Rikelme falla el penalti ante el arsenal en el madrigal, gol de Xabi Alonso en la final de la champions ante el milan q le valio el empate al liverpool tras el 3-0 en contra,...

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Héctor Rubio Says....

Al igual que la primera parte, muy buen trabajo compañero.

Acerté unos cuantos en mis predicciones jajaja!

Un saludo!

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daniel ibañez Says....

se que es una publicacion subjetiva, pero en mi opinion falta el gol de afonso contra yugoslavia en la eurocopa de 2000 aunque luego no conseguimos nada ese partido fue epico sobre todo porque fuimos a remolque todo el partido hasta acabar 4-3

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