Tamara Martínez / San Pedro del Pinatar.

Pues no, no lo permitiré... siempre habrá un hueco en mi pequeño corazón para este actor que ha marcado toda una época... y en cierta manera mi infancia, mi adolescencia y casi, casi, mi madurez.

De pequeña, cuando no sabía qué hacer, cuando la tarde estaba nublada o lluviosa siempre acudía a la misma solución: entrar a la salita, encender la tele, darle al botón del video, introducir una vieja y gastada VHS y darle al play. ¿Y qué aparecía? Pues una familia que llegaba a una residencia veraniega a pasar las vacaciones... y de pronto aparecía él, con sus pantalones negros, su camiseta blanca con las mangas arrugadas, su pelo rubio, sus andares, su voz... y es que si decimos Patrick Swayce pensamos directamente en esa película: "Dirty Dancing"

Dirty Dancing (1987) marcó toda una época, en aquel momento todo el mundo quería tener un profesor de baile como Johnny Castle; que supiera hacerte mover las caderas como le hizo a Baby, que fuera capaz de luchar contra todo y contra todos, que siempre fuera fiel a sus principios. Quizá el momento que más me gusta de toda la película, sean tan solo segundos... Cuando baja el volumen de la música final, y hace ese gesto con la cara, como arrugándola... es simplemente genial.

¡Quien no ha querido ser alguna vez Baby Houseman y hacer el ángel en el agua! Creo que ha sido una de las canciones más bailadas de los fines de curso.

Esta claro que con el paso del tiempo, había perdido parte de esa belleza que lo encandiló a la fama…pero todos sabemos que el único que no envejece es Dorian Gray, los demás por suerte o por desgracia no tenemos ese pacto.

Echaremos por siempre de menos tu sonrisa y los pequeños gestos que te hacían una gran persona. D.E.P

"...tengo miedo de lo que vi, de lo que hice, de lo que soy, pero sobretodo tengo miedo a salir de esta habitación y no volver a sentir nunca lo que siento estando contigo..."