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Con el rumoreado fin de la crisis, muchas empresas quieren volver a liderar sectores y mercados en los que siempre fueron cabezas visibles pero que, tras unos años de escatimar en la inversión y tras infravalorar a sus competidores, deben ganarse de nuevo la confianza de clientes y usuarios.

Todo esto trae consigo una lucha a la que los medios dan en llamar ‘guerras’: tenemos la sempiterna ‘guerra del fútbol’, que parece seguir dando coletazos pese a la nueva ley en las formas de pago de la TDT, hace unas semanas entraban en un enconado cara a cara Iberia y la red de alta velocidad española de ferrocarriles (AVE)… y ahora el campo de batalla está dispuesto para la oferta de los sevicios de ADSL y banda ancha en España.

Telefónica y Vodafone, como principales empresas, se han enzardado en una lucha para ofrecer mejores y más baratos servicios a sus clientes, pero fuera de esta lucha tampoco quieren quedarse empresas que son consideradas como menores.

Oferta y contraoferta

Telefónica es un ex monopolio, algo que parece que le está costando asumir. De hecho, continuamente lanza ofertas de todo tipo cuando sus competidores lanzan nuevos productos a la calle.

Así, a principios de este mes Vodafone lanzaba el que pretende sea su producto estrella, Vodafone ADSL, que se comercializa sin cuota de alquiler de línea ni alta e incluye 1.000 minutos al mes de llamadas a números fijos desde casa y tiene un precio de entre 29,9 y 39,9 euros. La clave de la oferta está en que prescinden del alquiler de línea, algo por lo que Telefónica cobra más de 10 euros mensuales, algo que a los usuarios de Telefónica no les convence. Ante esto Telefónica no ha tardado en responder y apenas unas semanas después ha rebajado el precio del ADSL de 10 megas para restar atractivo a la oferta de Vodafone.

Pero la cuestión no ha quedado ahí y tan solo un par de días después ha presentado ante la CMT (Comisión del Mercado de Telecomunicaciones) una propuesta para dar ADSL sin línea fija ni cuota de abono. Al parecer la lucha se libra ahora en el pago de la línea por parte del cliente: tras años de cobrarla, las dos compañías han suprimido ese pago y ofrecen internet sin alta.

La guerra continúa

Entre tanto, las pequeñas compañías que operan en España no quieren quedarse atrás. Por ello Yoigo, el cuarto operador español de telecomunicaciones móviles, controlado por el grupo sueco TeliaSonera, ha iniciado contactos con los operadores de cable del norte de España (R, de Galicia, Telecable, de Asturias. y Euskaltel, del País Vasco) para cerrar una alianza que les permita atacar conjuntamente el mercado de telecomunicaciones móviles. Y es el servicio de internet movil es una lucha que se está deciciendo ya.

Por si fuera poco en esta aparentemente descontrolada guerra -aparente porque de momento la CMT sigue controlando la situación- hay que añadir la entrada en juego del Gobierno y una regulación en torno al servicio de banda ancha. El Gobierno ha decidido incluir la banda ancha dentro del concepto del Servicio Universal, es decir, el servicio al que todos los ciudadanos tienen derecho y que debe ser suministrado a precios asequibles. Esto ha provocado que los “rivales” de Telefónica pongan el grito en el cielo puesto que este servicio ya está asignado a la compañía dirigida por César Alierta, teniendo ellos que contribuir en los gastos de obra.

Son muchos los frentes abiertos que tiene esta guerra, pero desde algunos lugares llegan críticas a la solvencia del ADSL en España, y es que pese a la competencia abierta entre diversas compañías parece que después de 10 años de ADSL en España su nivel de desarrollo deja mucho que desear.