10 de agosto de 2009
Un pueblo, dos conciertos
Raúl Masa / Madrid.
Con la llegada del verano, las arcas recaudatorias de los grupos musicales abren sus puertas y recorren la geografía española. ¿El fin?, llenarse los bolsillos con un puñado de euros y pasar un mejor invierno.
Lo bueno de la crisis económica, si es que hay algo positivo, es que algunos de los grupos punteros de este país tienen que actuar en lugares que antes ni se lo hubieran imaginado, y compartir cartel con jóvenes grupos que inician su camino.
El pasado fin de semana hemos tenido un ejemplo muy claro. En Navalvillar de Pela (Badajoz), un pequeño pueblo de la siberia extremeña de apenas 5.000 habitantes, se dieron cita en el mismo escenario dos formas de interpretar la música un tanto distinta.
Cabeza de cartel, y acicate para el cobro de 15€, los gaditanos Andy y Lucas. Como teloneros Infinite Dream.
Pero no nos adentremos en caminos interpretativos y demos significado al título de esta pequeña crónica.
¿Por qué dos conciertos?, la respuesta es sencilla. Dos conciertos porque hay un mundo que separan ambos grupos. Premios Ondas, reconocimientos internacionales… el dueto andaluz ha llegado donde puede llegar, tampoco veamos en ellos algo paradigmático dentro de la música, pero sobre todo dos conciertos porque para cada grupo es algo totalmente distinto.
Para Andy y Lucas es un concierto más, una chincheta que poner o quitar en su mapa de la península, una cifra de dinero y poco más. Por el contrario para Infinite Dream no es un concierto más, se trata de una oportunidad, un momento único, quemar una fase, y sobre todo y más curioso, tener el mismo número de público que Andy y Lucas.
Infinite Dream no tiene coro, no lleva consigo el grupo de técnicos y profesionales que cargan a las espaldas los gaditanos, pero sí tienen ilusión. Suficiente para poder perdonar cualquier pequeño fallo.
No soy experto musical, no sabría diferenciar un re de un mi, posiblemente no sé quién era el bajo, o las partes de una batería, pero sí puedo ver las ganas y la esencia de quien tiene poco pero se merece mucho.
En lo puramente formal, del concierto, o los dos conciertos, me quedo con la energía que transmitió la vocalista del grupo Infinite Dream, Inma, quien supo en muy poco rato dar vida a la especie de velatorio que se congregó delante del escenario, y es que hay veces que el público de exigente, se vuelve apático. Pero en líneas generales un aprobado alto.
Sobre Andy y Lucas… un concierto más para ellos. Un buen show, un buen montaje y decenas de niñas tatuadas con un lema: A&L
3 Response to "Un pueblo, dos conciertos"
Totalmente de acuerdo con las palabras de Raúl.
La verdad no hay mucho más que añadir.
Un saludo y arriba Infinite Dream!
¿Pero Andy y Lucas aun cantan?
Si todos los cantantes famosillos pusieran las ganas que le pone a todo Inma merecería la pena ir a más conciertos.
Inma es grande en todo y sabe demostrarlo.
Un beso muy grande desde el norte. Raquel.EF02/05
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