Eduardo Masa / Madrid

Corría el año 2003 cuando Juan Carlos Ferrero, se encumbró en la cima del tenis mundial: Roland Garros, Monte Carlo, Madrid y finalista en el US Open fueron sus mayores logros aquel año.

Todo aquello le sirvió para encabezar la lista de la ATP y colocarse como número UNO del mundo durante un par de meses. Desde finales de aquel año, y hasta principios de éste, en el que nos encontramos, el tenista valenciano ha pasado prácticamente inadvertido, deambulando por torneos de poca entidad y siendo eliminado siempre a las primeras de cambio en los grandes torneos.

Fue en el año 2004, cuando la mas que prometedora carrera de Juanqui quedo totalmente estancada, ya que en ese año llego a sufrir múltiples lesiones, dejándolo realmente mermado en sus aspiraciones a seguir siendo uno de los dominadores del circuito. Llegó a Paris con la intención de revalidar el titulo, aunque todo fue un espejismo, ya que cayo derrotado en segunda ronda. De esta manera se atisbó el bajo rendimiento que estaba ofreciendo el tenista valenciano por aquella época.

Durante los siguientes tres años, el casillero de títulos del de Onteniente permaneció a cero, lo que fue un durísimo golpe para el que se suponía iba a ser uno de los mejores tenistas de la década.

Fue ya en el año 2008 cuando se empezó a atisbar una leve mejoría, llegando a cosechar algunos buenos resultados en trofeos de entidad, aunque no ha sido hasta este mismo año cuando ha empezado a recordarnos a aquel gran tenista que fue a principios de siglo. Todos nos quedábamos realmente sorprendidos, cuando alcanzó de manera brillante los cuartos de final de Wimbledom, siendo eliminado por Andy Murray, el chico prodigio escocés.

Más recientemente, el mosquito, como muchos dan en llamarle, ha sido el gran héroe para que España se clasificara para las semifinales de la Copa Davis, venciendo de manera muy clara en el quinto y crucial partido al alemán Beck. Si sigue con esta evolución en su juego, es de esperar, que el entrenador español, Albert Costa cuente con el para las semifinales ante Israel, que se disputaran en tierras españolas. Así España, esta un paso más cerca de conquistar la que sería su cuarta ensaladera.

Por todo esto damos la bienvenida de nuevo a Juan Carlos Ferrero.