Rosario García / Murcia

Un cartelazo con los nombres de Second, Placebo y Amaral; nueve horas de música “sin interrupciones” con la intervención de dos dj’s internacionales que iban a embadurnar el recinto de música electrónica; litros de cerveza por doquier y la posibilidad de vivir una macrofiesta al más estilo hippie de los grandes festivales, en un campo de césped con capacidad para miles de personas, hacían del MTV Murcia Night un plato más que apetecible pese a celebrarse un domingo, lo que prometía ser uno de los acontecimientos novedosos más grandes del verano.

Second se encargaba de abrir el evento presentando su nuevo disco Fracciones de un segundo. Llegué casi al final, justo antes de que acabaran, pero me dio tiempo a comprobar la clase con la que estos chicos murcianos hacen las cosas y el buen directo que ofrecen. La gente que se encontraba al final del recinto dice que no se oía nada, pero cuando yo entraba al mismo, pude cerciorarme de la buena respuesta del público cantando a coro Todas las cosas.

Eran las 10.30 y le tocaba el turno a Placebo. Miles de personas (algunas habían venido de fuera de Murcia) esperaban a la banda londinense para disfrutar lo que se supone iba a ser, al menos en cuanto a expectativas, uno de los mejores conciertos de la noche. Llegan, tocan la primera canción, y sin decir nada, un descanso de unos 10 minutos. Tocan una segunda canción y otro descanso, esta vez un poco más largo, por unos supuestos problemas técnicos. Cuando por fin vuelven al escenario después de pedir disculpas por lo ocurrido tocan otros cuatro temas y se marchan. Sin decir, ni gracias, ni hasta luego. Muchas son las hipótesis de lo sucedido: que si problemas con el bajo, con el pedal del bajo, con el equipo de sonido en general, sólo se oía batería y voz y nada del resto; que si Brian Molko se “encabronó” con lo sucedido y en esas condiciones no tocaba, que si fue culpa de la MTV, de los propios componentes… Fuera de quien fuese la culpa (si es que hay que culpar a alguien), lo cierto es que todas las expectativas se fueron al garete. No era justo para todas las personas que estábamos esperando para verlos a ellos que se fueran tocando sólo 6 canciones de las 19 que tenían firmadas. Fuera cual fuera el motivo (algunos lo achacan a la inmadurez del grupo) eso no se hace, y mucho más si fue por un problema técnico, porque en estos macroconciertos la gente sabe que estas cosas pasan y uno espera pacientemente a que se solucionen, como demostró el público. Hay quienes tachan la actuación del grupo de “desastrosa”, pero para mí, en las seis canciones estuvieron sublimes, tienen muy buen directo, buenos los músicos, buena la voz,… Quizá sufrí una especie de “efecto placebo”, y la actuación tuvo en mí el efecto que yo quería que tuviera, pero mi opinión no dista mucho de las que he oído por ahí. Hay que decir también, que la banda ha pedido disculpas a su manera…

Y entre la decepción y la espera de los que estábamos por ver si la banda de Molko se dignaba a salir otra vez, apareció Amaral en escena para ofrecer, sin duda, lo mejor de la noche. Un enérgico concierto de rock, en el que todo salió perfecto, haciendo un recorrido por los principales temas de todos sus discos. Músicos entregados, que disfrutan con su trabajo, y que invitaron a la joven promesa anglomurciana Alondra Bentley (que acaba de sacar su primer disco), una agradable sorpresa para los que ya conocíamos su preciosa voz y sus temas, y un regalo para los que no la conocían y pudieron disfrutar de ella.

Sin duda, yo calificaría este primer MTV night como un buen intento. Falló el sonido (en la parte final del recinto la gente asegura que se oía fatal y esto es inconcebible en un festival en el que se esperaban 300.000 personas) y falló uno de los grandes, menos mal que estaban allí Second, Amaral, y los dos dj’s, de los que sí se disfrutó a lo grande, para intentar pulir el mal rollo.