Miguel Ángel Gómez / Murcia

¿Quién no conoce Río de Janeiro? Todos sabemos que es una de las ciudades más importantes de Brasil y que es comúnmente conocida como “Río”. Es famosa tanto por la belleza de sus entornos naturales, como por la espectacularidad de sus mundialmente conocidos carnavales; sin olvidarnos de la samba, y sus impresionantes y visitadas playas.

Hasta aquí, todo muy bonito; pero en la lista de cosas que nos vienen a la cabeza al oír hablar de esta ciudad, ¿dónde quedan las favelas? Éstas, son asentamientos humanos que se establecen, normalmente, en los alrededores de las grandes ciudades, cuya gran característica es la pobreza. En ellas reina la miseria y un alto índice de criminalidad, encabezado por la prostitución, los robos, asesinatos, etc.
Sin embargo, fue el tráfico de drogas en las favelas el dato en común en el que se fijaron dos directores brasileños para tratar este tema, si bien, desde dos puntos de vista diferentes.

Por un lado, tenemos la perspectiva de la favela vista desde dentro; es el punto tratado por Fernando Meirelles, director entre otras, de “A Ciegas” y “El Jardinero Fiel”, aunque su obra por excelencia es: “Ciudad de Dios”, que está basada en hechos reales recogidos en un libro del mismo nombre que la película, la cual está filmada con gran elegancia y una excelente agresividad; agresividad que resulta necesaria para demostrar como es la realidad del día a día en la favela.

Esta película se centra en la convivencia dentro de Ciudad de Dios, una de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro, donde imperan los trapicheos y la violencia, que los traficantes no dudan en emplear entre ellos para adueñarse de los puntos más estratégicos para la comercialización de la droga.

En Ciudad de Dios, destaca la presencia de Buscapé, un chico que a diferencia de su hermano o de sus propios amigos, no quiere formar parte del crimen organizado, sino que tiene un sueño: ser fotógrafo.

En otro lado, está Dadinho, otro chico de la misma edad que el protagonista, pero que al contrario que éste, tiene en mente una cosa distinta: ser el criminal más respetado y peligroso de Río.

A lo largo de la película, vemos como se desarrollan las vidas de estos dos personajes, donde los destinos de ambos se cruzan, se alejan y luego vuelven a encontrarse a medida que transcurre el tiempo.

Por otro lado, tenemos el aspecto exterior de la favela; José Padilha, se lanzó a la gran pantalla con “Tropa de Elite”, en la que trató también este tema, pero bajo una óptica distinta.

Esta película se centra en Nascimento, capitán del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), grupo caracterizado por realizar incursiones en las favelas de Brasil para luchar contra el narcotráfico de dicho país. Se trata de un hombre obsesionado con su trabajo; que cuenta entre sus principales armas con la honradez, entremezclada con la violencia; una fuerte actitud y carácter, al mismo tiempo que facilidad para actuar con gran eficacia en las siempre comprometidas favelas.

Sin embargo, Nascimento va a ser padre, lo que hace que cada vez tema más a la muerte, motivo éste por el que se plantea dejar su puesto. Para ello, necesita encontrar un sustituto adecuado, y los candidatos entrenados por el comandante son Neto y Matías; la entrega y voluntad por un lado, y la inteligencia y astucia por otro.

Estas dos grandísimas películas derivan en dos caminos que tienen como destino “Río”; veréis como no se alejan tanto esas vías, pues como todos sabemos, los extremos se juntan.