Eneas G. Ferri / Alcoy

– ¿Dices que te vienes hija mía?

– Sí papá. Creo que debo ir. Aunque sólo tenga 26 años y sea mujer, no me gusta lo que estoy viendo. No entiendo de política, ni de partidos ni de presidentes. Sin embargo papá, algo tan sencillo como unas elecciones, el intento de democracia o lo que es lo mismo, “neda”, la llamada, la voz, no se está respetando. El pueblo iraní, como todos los pueblos, naciones y culturas deberían poder tener voz. Deberían poder manifestarse en las urnas y elegir a aquellas personas que deben trabajar para hacer el bien del resto, de la sociedad. Ahora puedo decidir, pero hace unos años no lo hubiera hecho nunca por ser mujer. Quizás, si no hubiese sido por algunas personas que creyeron en la igualdad entre hombres y mujeres, nosotras no podríamos ni votar. Sé que es peligroso, que los ánimos están caldeados en la calle. Sé que la policía no se anda con tonterías, y que si la cosa se enciende mucho, disparan a matar. Es verdad que son unos auténticos canallas. Tanto los que mandan disparar a muerte contra los que quieren que se respete lo que es suyo, como los que por cuatro duros venden a sus compañeros, hermanos y les disparan. Aún así, te quiero acompañar, quiero ser una mancha más que inunde las calles, como por tantas causas, como por tantas ideas que han hecho que el mundo crezca y que podamos ser y vivir más libres con el paso de los años. Estaré a tu lado, con cuidado, y a la mínima señal de peligro nos alejamos, pero quiero sentirme bien y poder decir dentro de un tiempo que yo estuve allí, que yo llené Teherán para gritar que lo que se estaba haciendo no era justo, que no se debe acallar la voz del pueblo, la llamada. Neda.

La joven asesinada en Teherán se llamaba Neda Salehi Agha Soltan. Neda en farsi –persa- significa ‘voz’, ‘llamada’. Algunos medios apuntan que este no sería su verdadero nombre, pero sin duda, ya es el icono que representa. Quizás este símbolo sirva para llegar un poco más lejos en la libertad. Quizás esta preciosa joven consiga que los soldados disparen claveles en lugar de balas, como en Portugal, en lugar de destrozar corazones como el de ‘Neda’ y de las miles de personas que habrán visto el video. Quizás esta fue la última conversación que tuvo con su padre, aunque éste le contestara “Neda quédate conmigo” mientras se desangraba.