Ana Costa / Murcia

Fórmula: complejidad + ambición + intriga política + enigma + relación sentimental tormentosa = Best Seller del verano.

Si a todo ello le añadimos un contexto muy actual y un escritor devorado por su propio trabajo nos encontramos con la malograda trilogía de Stieg Larsson. Por fin llega a las librerías como si del último modelo de videoconsola se tratase, La reina en el palacio de las corrientes de aire, última entrega de la saga Millennium, cuyo nombre se debe al periódico que dirige Mikael Blomkvist, su protagonista. Junto a él, una heroína original, atípica y controvertida, Lisbeth Salander, inspirada en Pipi Calzas Largas y que, sin lugar a dudas, se impone literariamente al periodista y álter ego del escritor, el citado M. Blomkvist.

Pero, ¿Quién está detrás de este fenómeno que ha revolucionado a lectores de medio mundo? Un periodista, si, como lo leen, un periodista metido a escritor y devorado por su propia obra. Sitieg Larsson escribió con velocidad delirante (nueve meses cada uno) los tres libros que conforman la saga: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. Los entregó a una editorial (más de 1.500 páginas en total) y, a los pocos días, murió de un inesperado ataque infarto. No pudo ver cómo sus novelas se convertían en un fenómeno de masas, con más de seis millones y medio de ejemplares vendidos.

Su amigo íntimo, Kurdo Baksi, recordaba días después de la publicación de la tercera entrega de la trilogía que Larsson dormía poquísimo, fumaba entre dos y cuatro paquetes diarios de tabaco, se atiborraba de cafés con leche, comía comida basura y trabajaba en mil cosas a la vez. El sueco Steig Larsson como todos escritores malditos que deambulan por la historia de la literatura europea, hizo todo lo posible por morir joven.

A pesar de la crisis y el calor estival, el ritmo de ventas de ventas del tercer tomo se mantiene alto, y todo ello teniendo en cuenta que no puede ser leído de forma independiente. En su primer día en las librerías españolas, la tercera entrega de 'Millennium' vendió 200.000 ejemplares. Los establecimientos siguen recibiendo un goteo de lectores a la caza del libro del verano y en las bibliotecas las reservas son constantes. Y no solo los lectores esperan ávidos esta tercera entrega, también la industria del cine se rinde al fenómeno Larsson, así que los más perezosos pueden esperar a la versión cinematográfica.

Todo sea por aguantar el calor insufrible de un eterno verano, menos eterno si cabe con una buena lectura. ¿Y la cuarta entrega? Larsson quemó el manuscrito días antes de morir, así que, lectores, el círculo se ha cerrado.