19 de junio de 2009
Del pucherazo a la energía nuclear
Paula Lax / Murcia
Llevamos unos días asistiendo a un despliegue informativo enorme sobre las elecciones iraníes ¿son un fraude? ¿están amañadas? Estas son las preguntas que todos nos hacemos. Es más que cierto que la presentación de los resultados es sospechosa, tanto, que el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha obtenido votos en lugares donde su popularidad es cuestionable, como en las zonas urbanas.
Sin embargo, no estoy aquí para diseccionar las elecciones iraníes, ni para hacer conjeturas sobre el posible fraude. Desde las primeras revueltas hemos observado un creciente interés informativo sobre esta cuestión ¿por qué? No es la primera vez que unas elecciones en países musulmanes o persas nos dejan algo insatisfechos, ni que se plantea la posibilidad del pucherazo, ni, por supuesto, que hay revueltas.
Por un lado, nos encontramos con una oposición iraní de carácter reformista liderada por Mir Hosein Musaví, un candidato que interesa a Occidente, pues el reformismo en estos países no nos asusta, a diferencia de lo que nos pasa en nuestros propios países, a la vista de los últimos resultados en las elecciones europeas. El Norte del mundo desea un presidente iraní más progresista, y la idea de un posible amaño nos encanta.
Pero hay una cuestión que no se percibe con una simple mirada. Se trata de la energía nuclear, sobre lo que el propio Ahmadineyad diría hace apenas un año "Esperamos más amenazas y más hostilidad de los enemigos, pero la fuerza de Irán crece día a día y vamos hacia adelante". Irán siempre ha sostenido que sus actividades nucleares son pacíficas, pero EEUU y otros países han considerado que tienen fines militares. El avance de las negociaciones a este respecto ha sido lento, y estas elecciones no van a suponer una ayuda para el progreso.
Lo cierto y verdadero es que a los países occidentales no les gusta el presidente iraní, no tengo capacidad suficiente para detectar el presunto fraude electoral, pero sí la suficiente como para ver que tras el despliegue de medios hay más intereses que el de preservar la democracia de Irán.
Llevamos unos días asistiendo a un despliegue informativo enorme sobre las elecciones iraníes ¿son un fraude? ¿están amañadas? Estas son las preguntas que todos nos hacemos. Es más que cierto que la presentación de los resultados es sospechosa, tanto, que el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha obtenido votos en lugares donde su popularidad es cuestionable, como en las zonas urbanas.
Sin embargo, no estoy aquí para diseccionar las elecciones iraníes, ni para hacer conjeturas sobre el posible fraude. Desde las primeras revueltas hemos observado un creciente interés informativo sobre esta cuestión ¿por qué? No es la primera vez que unas elecciones en países musulmanes o persas nos dejan algo insatisfechos, ni que se plantea la posibilidad del pucherazo, ni, por supuesto, que hay revueltas.
Por un lado, nos encontramos con una oposición iraní de carácter reformista liderada por Mir Hosein Musaví, un candidato que interesa a Occidente, pues el reformismo en estos países no nos asusta, a diferencia de lo que nos pasa en nuestros propios países, a la vista de los últimos resultados en las elecciones europeas. El Norte del mundo desea un presidente iraní más progresista, y la idea de un posible amaño nos encanta.
Pero hay una cuestión que no se percibe con una simple mirada. Se trata de la energía nuclear, sobre lo que el propio Ahmadineyad diría hace apenas un año "Esperamos más amenazas y más hostilidad de los enemigos, pero la fuerza de Irán crece día a día y vamos hacia adelante". Irán siempre ha sostenido que sus actividades nucleares son pacíficas, pero EEUU y otros países han considerado que tienen fines militares. El avance de las negociaciones a este respecto ha sido lento, y estas elecciones no van a suponer una ayuda para el progreso.
Lo cierto y verdadero es que a los países occidentales no les gusta el presidente iraní, no tengo capacidad suficiente para detectar el presunto fraude electoral, pero sí la suficiente como para ver que tras el despliegue de medios hay más intereses que el de preservar la democracia de Irán.
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5 Response to "Del pucherazo a la energía nuclear"
Hombre, yo creía que ibas a tratar el tema del inexplicable retraso en la cobertura de las revueltas por parte de la CNN, que tardó DOS DÍAS en hacerse eco de ellas aunque presume de ser una de las pioneras en el uso de Twitter como herramienta de información instantánea. Lo que se ha venido conociendo como el #CNNFail:
http://news.cnet.com/8301-17939_109-10264398-2.html
¿Por qué la cadena de noticias quizá más importante del mundo hace oídos sordos a lo que todos los medios estaban cubriendo, y cómo casa esto con la conveniencia de informar sobre el posible pucherazo para los países occidentales -en lo que coincido contigo, porque es obvio que a Ahmadineyad no lo quiere nadie-?
Lo que está claro es que gran parte de la revuelta ha venido dirigida desde occidente.
Por muy urbanos que sean en Irán, una panda de "cabreros" no se organiza así.
Eso sí que huele mal, que se venda una revuelta popular como algo espontáneo cuando no es así.
Parece ser que hay gente que afirma tener datos fiables de que se ha cometido un fraude electoral, a ver como transcurren los acontecimientos...
Lo de la CNN es inexplicable, pero no tardó dos días, sino uno. Supongo que por cuestiones organizativas e intereses que desconocemos, CNN fue incapaz de ofrecer una información más rápida. Aún así, es bochornoso que una cadena como es CNN tenga estos fallos.
Hombre, está claro que las revueltas vienen dirigidas desde las filas del perdedor, y como el perdedor seguramente cuenta con apoyos no sólo morales de occidente, pues 2+2=...
Aún así, ¿quién no sabía desde antes de que se celebrasen las elecciones que iba a ganar Ahmadineyad? En estos regímenes se cambia de gobierno casi obligatoriamente por golpe de estado...
Yo, en efecto, creo que lo que hay organizado en Irán viene de fuera. También me da una sensación muy rara todo esto, desconozco si está pasando lo que nos están contando, dudo mucho de la fiabilidad de las informaciones que vienen de allí. Creo que debemos coger con pinzas todo lo que provenga de Irán y ser muy cautelosos cobn los juicios que hagamos.
Un abrazoo
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