Raúl Masa / Madrid

Cuando todavía faltan unos días para el inicio oficial de las rebajas (1 de julio), la bajada de precios se está notando ya en muchos comercios y tiendas. Y es que en estos tiempos en los que la economía se encuentra tan convulsa y los monederos tan vacios, cualquier mínimo recorte en el precio de los productos se agradece.
No obstante, hay que tener varios conceptos muy claros antes de hablar de las rebajas.

En la actual sociedad, es sabido que la competitividad marca la doctrina que rige nuestro sistema y es por ello que desde algunas asociaciones quieren proteger a los “más pequeños” en el mundo del comercio. Todo esto viene suscitado porque legalmente las rebajas tienen una periodo oficial del cual no pueden moverse. Esto es tan serio como que constituye un delito el publicitar rebajas fuera de estos periodos. Por ello, muchos comercios, tiendas y sobre todo grandes superficies enmascaran la bajada de precios anterior al 1 de julio dando nombres como: “oportunidades”, “precios fabulosos” o similares.

Malas temporadas

Por mucho que se anuncien las rebajas, las de este año van a suponer para los comercios mucha menos recaudación. La estimación que se hace es de unos 100 euros por cada español. Pese a ello, el español medio sigue sin ser previsor y sólo el 32% reconoce hacer una lista de necesidades antes de salir a comprar, por lo que un año más llegarán a casa productos o complementos de ropa totalmente innecesarios.
No obstante, la media de los 100 euros es muy variable dependiendo la zona. Mientras que en el norte y en el sur, las estimaciones calculan que se gastará menos de 90 euros, en las zonas “más ricas” de España (Madrid y Cataluña), la previsión situa el gasto en las próximas rebajas en más de 100 euros.

¿Todo en rebajas?

Esta época del año no sólo es conocida por las rebajas en la industria textil. La llegada del verano y su paga extra, sumado a la galopante crisis económica que sacude España, ha propiciado un caldo de cultivo para que desde todos los sectores se lancen a rebajar precios para conseguir más consumidores.

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