20 de febrero de 2012
Lo bello y lo siniestro
20 / feb / 2012 - Alfonso Dols.
‘Lo bello y lo siniestro’. Título de un gran ensayo de Eugenio Trías, en él, se desenredan las inconscientes relaciones estéticas entre lo bello, entendido como belleza, hermosura, y por otro lado lo siniestro, lo oscuro, o macabro.
El equilibrio entre ambos conceptos determina el impacto emocional en el espectador. Así Trías expone que no todo es belleza e inconscientemente aporta conceptos de lo “siniestro”, que no es percibido en primera instancia, pero que tras un análisis, sí lo es.
El cine no es ajeno a estos sofismas y son innumerables las películas y géneros que narran las más fantásticas historias. Desde las aventuras más insólitas, hasta las epopeyas de algún gran personaje. Esta vez hemos comprado una entrada para ver una velada de boxeo. Esta noche pelea Jake LaMotta, todos le llaman Toro Salvaje.
El boxeo a lo largo de la historia del cine ha dado grandes películas como ‘Cuerpo y alma’, de Rossen, pero cuando hablamos de Scorsese, hablamos de otro cine. Scorsese, no es Rossen, no pertenece al cine de los 50-60. Martin es un director crudo, muestra la realidad sin tapujos, si puede mostrarlo con más realismo, poner un traveling y añadirle zoom a la cámara para hacer un efecto distorsionado que enfatice el golpe que va a asestar, lo hace, claro que lo hace. Es lo mínimo que hará.
En la secuencia inicial, el director nos muestra una imagen idílica aparece un boxeador en el ring, lejos, desenfocado, entrenando sus movimientos concentrado en la lucha. Es la imagen de un guerrero moderno, heredero de los grandes mitos antiguos, aún hoy, con un aura mística y de poder que le confiere la fama y grandeza. En los primeros instantes, tenemos el éxito, el lado amable del éxito, la memoria de un gran deportista que triunfa cada noche, el héroe con el que muchos niños decoran sus habitaciones. Bien. Scorsese acerca la cámara, enfoca bien, no se queda ahí y lo persigue, vamos con él hasta su vestuario y también hasta su casa, conocemos a su hermano. El hombre que lleva su carrera con mano de hierro el hombre de total confianza del púgil. También nos presenta a su bonita esposa, una enamoradísima joven que admira el talento de su próspero marido.
Al principio, vemos los combates que tiene Jake LaMotta en el ring, más tarde vemos los combates que no puede disputar, aquellos en los que no hay ring. Cuando está en el ring, Jake es un boxeador ágil, rápido, encajador y agresivo. Fuera de él se empequeñece, Scorsese nos muestra a una persona enjaulada, una animal fuera de su hábitat y muerto de miedo, nervioso, e inseguro de sí mismo. El gran héroe fracasa, y destroza todo lo que toca, tal como si afrontara la vida con los guantes de boxeo puestos y no se pudiera agarrar nada. Él golpea, golpea todo y se aleja.
Años después se ha convertido en una caricatura de sí mismo, una mala imitación de su pasado glorioso. Scorsese remata la biografía del boxeador creando una parodia de él mismo, lejos quedan los años de grandeza, lejos también aquellos que rodeaban al mítico boxeador.
Todo en 'Toro salvaje', lo bello, lo siniestro, el éxito y el fracaso, es encarnado por Jake LaMotta, un héroe dentro del ring que nunca supo bajarse de él.
‘Lo bello y lo siniestro’. Título de un gran ensayo de Eugenio Trías, en él, se desenredan las inconscientes relaciones estéticas entre lo bello, entendido como belleza, hermosura, y por otro lado lo siniestro, lo oscuro, o macabro.
El equilibrio entre ambos conceptos determina el impacto emocional en el espectador. Así Trías expone que no todo es belleza e inconscientemente aporta conceptos de lo “siniestro”, que no es percibido en primera instancia, pero que tras un análisis, sí lo es.
El cine no es ajeno a estos sofismas y son innumerables las películas y géneros que narran las más fantásticas historias. Desde las aventuras más insólitas, hasta las epopeyas de algún gran personaje. Esta vez hemos comprado una entrada para ver una velada de boxeo. Esta noche pelea Jake LaMotta, todos le llaman Toro Salvaje.
El boxeo a lo largo de la historia del cine ha dado grandes películas como ‘Cuerpo y alma’, de Rossen, pero cuando hablamos de Scorsese, hablamos de otro cine. Scorsese, no es Rossen, no pertenece al cine de los 50-60. Martin es un director crudo, muestra la realidad sin tapujos, si puede mostrarlo con más realismo, poner un traveling y añadirle zoom a la cámara para hacer un efecto distorsionado que enfatice el golpe que va a asestar, lo hace, claro que lo hace. Es lo mínimo que hará.
En la secuencia inicial, el director nos muestra una imagen idílica aparece un boxeador en el ring, lejos, desenfocado, entrenando sus movimientos concentrado en la lucha. Es la imagen de un guerrero moderno, heredero de los grandes mitos antiguos, aún hoy, con un aura mística y de poder que le confiere la fama y grandeza. En los primeros instantes, tenemos el éxito, el lado amable del éxito, la memoria de un gran deportista que triunfa cada noche, el héroe con el que muchos niños decoran sus habitaciones. Bien. Scorsese acerca la cámara, enfoca bien, no se queda ahí y lo persigue, vamos con él hasta su vestuario y también hasta su casa, conocemos a su hermano. El hombre que lleva su carrera con mano de hierro el hombre de total confianza del púgil. También nos presenta a su bonita esposa, una enamoradísima joven que admira el talento de su próspero marido.
Al principio, vemos los combates que tiene Jake LaMotta en el ring, más tarde vemos los combates que no puede disputar, aquellos en los que no hay ring. Cuando está en el ring, Jake es un boxeador ágil, rápido, encajador y agresivo. Fuera de él se empequeñece, Scorsese nos muestra a una persona enjaulada, una animal fuera de su hábitat y muerto de miedo, nervioso, e inseguro de sí mismo. El gran héroe fracasa, y destroza todo lo que toca, tal como si afrontara la vida con los guantes de boxeo puestos y no se pudiera agarrar nada. Él golpea, golpea todo y se aleja.
Años después se ha convertido en una caricatura de sí mismo, una mala imitación de su pasado glorioso. Scorsese remata la biografía del boxeador creando una parodia de él mismo, lejos quedan los años de grandeza, lejos también aquellos que rodeaban al mítico boxeador.
Todo en 'Toro salvaje', lo bello, lo siniestro, el éxito y el fracaso, es encarnado por Jake LaMotta, un héroe dentro del ring que nunca supo bajarse de él.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No Response to "Lo bello y lo siniestro"
Leave A Reply
Expresa todo lo que quieras