15 de febrero de 2012
Hoy toca hablar de economía
15 / feb / 2012 - Hugo Mazón.
Dicen que “pase lo que pase siempre hay alguien que lo veía venir”, pero en este caso era bastante claro que llegaría. Aquí está, para todos ustedes: ¡el crack de la burbuja española!
Fuimos unos machotes, pero eso se acabó. Se nos olvidó invertir en nuestra propia economía y así nos va. Somos los parias de Europa. Hemos pasado de jugar la 'Champions League' a no pasar ni la primera ronda de la 'Liga Europa'.
Personalmente no creo haber vivido por encima de mis posibilidades como dicen por ahí, de hecho, creo que nunca he pasado de cobrar un contrato en prácticas. No tengo hipotecas, ni préstamos al consumo, ni he comprado acciones y por no jugar con dinero, ni siquiera he echado una manita de póker a apuestas más altas de cinco euros.
Sin embargo, yo y los que como yo no supieron jugar con dinero que no era suyo somos los grandes perdedores de este crack. Todas las acciones del gobierno (éste y el de antes) van camino de garantizar la liquidez del sistema, pero sin contar con que el sistema es injusto, caduco y frágil. No se invierte en iniciativas productivas, tan sólo se mantienen niveles mínimos de estabilidad pensando que tarde o temprano pasará la borrasca. El anticiclón de las azores esta vez no va a aparecer.
El señor Arias Cañete, el mismo que liquidó la agricultura española en las negociaciones de la Política Agraria Común ya ha enseñado sus cartas. Desproteger la costa para que España pueda aprovechar mejor su primera línea. Esto va más allá de montar el típico chiringuito con su típica ensaladilla rusa caduca y los típicos cientos de hectolitros de sangría consumidos compulsivamente por alemanes asados al sol. Esto va encaminado a volver a inflar la misma burbuja que nos ha traído aquí. A desproteger lo poco que esta última década ha dejado sin tocar en el sufrido litoral español. Nadie se va a acordar del medio ambiente cuando tiene los bolsillos vacíos, pero si perdemos lo único que podemos ofrecer no quedaremos ni para la foto.
De la misma manera el señor Luis de Guindos (cada vez que hable de él me siento obligado a recordar que es un ex- Lehman Brothers) se ha propuesto sanear el balance de los bancos. Este balance se saneará a través de la salida al mercado de los pisos invendibles que estos tienen. Cabe recordar que estos pisos que sacan a la venta ahora son los mismos de los que desalojando a cientos de familias por impagos. La siguiente pregunta es: ¿quién va a comprar estos pisos?
Por último, no por ello menos importante, la reforma laboral. Esa esperada reforma laboral que liquida la poca socialdemocracia que había dejado la anterior apuesta por la precariedad del PSOE. A partir de ahora tocará recordar con añoranza aquellos tiempos a los que a los jóvenes se nos llamaba “mileuristas”. Ya han reconocido que la reforma no va a tener “efectos a corto plazo”, pero es mentira. Ya tiene efectos. De momento la sociedad tiene miedo hasta a protestar.
Dicen que “pase lo que pase siempre hay alguien que lo veía venir”, pero en este caso era bastante claro que llegaría. Aquí está, para todos ustedes: ¡el crack de la burbuja española!Fuimos unos machotes, pero eso se acabó. Se nos olvidó invertir en nuestra propia economía y así nos va. Somos los parias de Europa. Hemos pasado de jugar la 'Champions League' a no pasar ni la primera ronda de la 'Liga Europa'.
Personalmente no creo haber vivido por encima de mis posibilidades como dicen por ahí, de hecho, creo que nunca he pasado de cobrar un contrato en prácticas. No tengo hipotecas, ni préstamos al consumo, ni he comprado acciones y por no jugar con dinero, ni siquiera he echado una manita de póker a apuestas más altas de cinco euros.
Sin embargo, yo y los que como yo no supieron jugar con dinero que no era suyo somos los grandes perdedores de este crack. Todas las acciones del gobierno (éste y el de antes) van camino de garantizar la liquidez del sistema, pero sin contar con que el sistema es injusto, caduco y frágil. No se invierte en iniciativas productivas, tan sólo se mantienen niveles mínimos de estabilidad pensando que tarde o temprano pasará la borrasca. El anticiclón de las azores esta vez no va a aparecer.
El señor Arias Cañete, el mismo que liquidó la agricultura española en las negociaciones de la Política Agraria Común ya ha enseñado sus cartas. Desproteger la costa para que España pueda aprovechar mejor su primera línea. Esto va más allá de montar el típico chiringuito con su típica ensaladilla rusa caduca y los típicos cientos de hectolitros de sangría consumidos compulsivamente por alemanes asados al sol. Esto va encaminado a volver a inflar la misma burbuja que nos ha traído aquí. A desproteger lo poco que esta última década ha dejado sin tocar en el sufrido litoral español. Nadie se va a acordar del medio ambiente cuando tiene los bolsillos vacíos, pero si perdemos lo único que podemos ofrecer no quedaremos ni para la foto.
De la misma manera el señor Luis de Guindos (cada vez que hable de él me siento obligado a recordar que es un ex- Lehman Brothers) se ha propuesto sanear el balance de los bancos. Este balance se saneará a través de la salida al mercado de los pisos invendibles que estos tienen. Cabe recordar que estos pisos que sacan a la venta ahora son los mismos de los que desalojando a cientos de familias por impagos. La siguiente pregunta es: ¿quién va a comprar estos pisos?
Por último, no por ello menos importante, la reforma laboral. Esa esperada reforma laboral que liquida la poca socialdemocracia que había dejado la anterior apuesta por la precariedad del PSOE. A partir de ahora tocará recordar con añoranza aquellos tiempos a los que a los jóvenes se nos llamaba “mileuristas”. Ya han reconocido que la reforma no va a tener “efectos a corto plazo”, pero es mentira. Ya tiene efectos. De momento la sociedad tiene miedo hasta a protestar.
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