9 de diciembre de 2011
Cuando el negocio mató el periodismo
Raúl Masa.
Para el regreso de SHDC nada mejor que hablar un poco de periodismo y su actual estado. Después de unas semanas de convulsión y cambio en la profesión periodística, nadie sabe realmente qué le está sucediendo al periodismo para que su deterioro sea cada vez mayor.
Hace unos días surcó por la red un texto de un redactor del diario El Mundo. Habla con mucha claridad sobre el periodismo, la falta de profesionalidad y todo lo que ello conlleva. Lo cierto es que pese a tratarse de un artículo muy valiente y que contenía gran valor y simbolismo, no terminó de mojarse del todo.
De hecho, al terminar de leer el texto parece que son los propios periodistas los que tienen la culpa, y en parte es verdad, pero solo en parte. A fin de cuentas, un periodista es un “mandado” y se debe a los imperativos que vienen de su redactor jefe.
Así pues, cuál puede ser una de las causas del empobrecimiento periodístico que estamos viviendo. Personalmente creo que lo que nos ha llevado a un periodismo exento de calidad y buenas maneras ha sido el negocio.
Mejor dicho, ha sido el hecho de que el negocio de la información esté por encima del periodismo. Y es que cuando un bien social, como es el periodismo, pierde su condición de función social, en cierto modo ha perdido su identidad.
Extrapolando esta situación se puede pensar en la sanidad. Hace un tiempo se habló de bonificar a los médicos que ofrecieran menor número de bajas al año. Es decir, se pretendía hacer “negocio” con la sanidad, que el dinero jugase un papel importante.
Sin ser lo mismo, puesto que el derecho a la información, pese a ser algo que viene dispuesto por prerrogativa legal, no deja de ser contingente, y no necesario, la raíz que envenena la profesión periodística es la descarada manera de hacer dinero en la que algunos han convertido el ejercicio de la comunicación.
Por ejemplo, para ir acercando el planteamiento, si yo tengo un corresponsal en New York, que es caro y bueno, pero sus textos, pese a generar calidad y valor añadido, no generan negocio, léase publicidad, hay quien planteará la necesidad de tener dicho puesto cubierto. Qué sucede, que si en la Redacción de Madrid tengo a tres o cuatro becarios que, en cierto modo, pueden hacer un trabajo similar y me generan más (publicidad), la ecuación se resuelve por si misma.
En definitiva, que el negocio está matando al periodismo. Los editores y jefes han apostado por una información sin calidad, porque lo que prima es su hoja de resultados antes que atender a ese derecho informativo que tienen los ciudadanos. Y hasta que no se recupere ese sentido y compromiso social, todo seguirá igual.
Para el regreso de SHDC nada mejor que hablar un poco de periodismo y su actual estado. Después de unas semanas de convulsión y cambio en la profesión periodística, nadie sabe realmente qué le está sucediendo al periodismo para que su deterioro sea cada vez mayor.Hace unos días surcó por la red un texto de un redactor del diario El Mundo. Habla con mucha claridad sobre el periodismo, la falta de profesionalidad y todo lo que ello conlleva. Lo cierto es que pese a tratarse de un artículo muy valiente y que contenía gran valor y simbolismo, no terminó de mojarse del todo.
De hecho, al terminar de leer el texto parece que son los propios periodistas los que tienen la culpa, y en parte es verdad, pero solo en parte. A fin de cuentas, un periodista es un “mandado” y se debe a los imperativos que vienen de su redactor jefe.
Así pues, cuál puede ser una de las causas del empobrecimiento periodístico que estamos viviendo. Personalmente creo que lo que nos ha llevado a un periodismo exento de calidad y buenas maneras ha sido el negocio.
Mejor dicho, ha sido el hecho de que el negocio de la información esté por encima del periodismo. Y es que cuando un bien social, como es el periodismo, pierde su condición de función social, en cierto modo ha perdido su identidad.
Extrapolando esta situación se puede pensar en la sanidad. Hace un tiempo se habló de bonificar a los médicos que ofrecieran menor número de bajas al año. Es decir, se pretendía hacer “negocio” con la sanidad, que el dinero jugase un papel importante.
Sin ser lo mismo, puesto que el derecho a la información, pese a ser algo que viene dispuesto por prerrogativa legal, no deja de ser contingente, y no necesario, la raíz que envenena la profesión periodística es la descarada manera de hacer dinero en la que algunos han convertido el ejercicio de la comunicación.
Por ejemplo, para ir acercando el planteamiento, si yo tengo un corresponsal en New York, que es caro y bueno, pero sus textos, pese a generar calidad y valor añadido, no generan negocio, léase publicidad, hay quien planteará la necesidad de tener dicho puesto cubierto. Qué sucede, que si en la Redacción de Madrid tengo a tres o cuatro becarios que, en cierto modo, pueden hacer un trabajo similar y me generan más (publicidad), la ecuación se resuelve por si misma.
En definitiva, que el negocio está matando al periodismo. Los editores y jefes han apostado por una información sin calidad, porque lo que prima es su hoja de resultados antes que atender a ese derecho informativo que tienen los ciudadanos. Y hasta que no se recupere ese sentido y compromiso social, todo seguirá igual.
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2 Response to "Cuando el negocio mató el periodismo"
es lo que pasa cuando los que dominan los medios dan el mismo valor a la noticia que a una caja de zapatos. La información se convierte en un eslabón más de una cadena la de hacer dinero
Si hablabamos de matar al periodismo y los periodistas, hay que echarle un ojo a esto: http://www.linkedin.com/groupAnswers?viewQuestionAndAnswers=&discussionID=83151684&gid=2442901&commentID=60247024&trk=view_disc&ut=0YihbJBryBs501
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