6 de enero de 2011
Carta a los Reyes de un optimista
Eneas G. Ferri.
Queridos Reyes Magos:
Este año me he portado muy bien. Apenas he molestado a nadie. He sido bueno siempre en todo lo que me proponía y en todo lo que la vida me hacía que actuara. He intentado mirar siempre hacia delante, buscando el lado positivo de las cosas. Siempre con una sonrisa, siempre con buenas palabras. He pensado en los demás antes que en mí mismo, he sufrido a veces para evitar que otros sufran, he dado dinero a la caridad, a las huchas del Domund. No he insultado a nadie pese a que ellos me insultaban, no he pegado a nadie pese a que ellos me querían pegar.
Por este motivo, porque soy tan bueno, no os voy a pedir más que la voluntad. Pero no la voluntad para que me traigáis lo que buenamente podáis, sino la voluntad para seguir siendo bueno. Porque a veces dudo.
Dudo de si tendría que molestar de vez en cuando a alguna que otra persona que me molesta, sin motivo aparente. Dudo de si es el camino correcto enfocar todas las cosas con positivismo, con buenas formas y muchas sonrisas, porque a veces pienso que tengo cara de gilipollas y dudo también de si mis propósitos se cumplirán yendo de cara y de buenas maneras y no siendo un hijo de la gran Bretaña, como veo que otros hacen.
Creo que necesitaré ayuda para seguir pensando en los demás y no en mi mismo, cuando todos los puñeteros días los medios de comunicación sólo sacan gente que quiere salvar su culo aunque tenga que pisar a su madre en el camino. Necesitaré ayuda, sin duda, para soportar a la calaña de ladrones de llenan los escaños de cada una de las instituciones políticas. Porque seguro que hay políticos buenos, pero creo que se los comen con patatas los políticos que ponen la mano, la llenan y se esconden para, como decía, salvar su culo.
Necesitaré también un poco de cinta americana y una cuerda. No para secuestrar a nadie, sino para secuestrarme a mí mismo. Pero no al estilo del “esbirriao”, el ex novio de Falete, sino para aguantar como cada vez es más que evidente que la calle está perdiendo valores y se incita, desde sobre todo la televisión, al insulto, a la deshonra, e incluso a veces a la agresión. Con la cuerda y la cinta intentaré no hinchar a hostias a más de uno con posterioridad a mentar a su madre.
Queridos Reyes Magos, sólo os pido la voluntad.
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