25 de noviembre de 2010

Una experiencia totalmente orgásmica

Rosario García.

La aguja del segundero pasaba de las doce y ya hacía varios segundos que el concierto de M-Clan debía haber comenzado. En el auditorio Victor Villegas (Murcia) sólo se respiraba impaciencia y se oían los rumores nerviosos y los culos inquietos de quienes no podían esperar ni un segundo más. Se apagan las luces, se hace el silencio, se encienden los focos, se oyen los gritos, y, violà, el espectáculo acaba de comenzar.

Tarque (vestido como lo que es, un Señor, con vaqueros, chaleco y americana) y su banda salen al escenario y empiezan a regalarnos 'Calle sin luz', el tema que abre su último trabajo y que puso al público en pie –dándose por aludidos en un gesto que hizo Carlos al técnico de sonido- al tercer acorde. Le siguen 'Para no ver el final' y 'Basta de blues', enlazando una con otra, para continuar con el orden del disco, y la atmósfera de adrenalina que ocupaba el alto techo del auditorio prometía una noche inolvidable.

Y así fue, M-Clan hizo y deshizo en el escenario a su antojo metiéndose al público en el bolsillo. Hubo quien se quejó de un sonido arrollador (“demasiado ruido”) y quien echó en falta una puesta en escena más a Los Rolling Stones, pero pequeñas críticas aparte, el grupo de rock murciano convenció. Hubo quien no volvió a ocupar su butaca en las siguientes dos horas, quien reacio al principio acabo aplaudiendo y levantando sus brazos, y es que, la magia que el rock creó en aquellos metros cuadrados embelesó a cualquiera. Tanto, que esos decibelios de sonido no aguantaron todo el concierto y decidieron ponerse en huelga con una de las canciones más lentas de su último álbum (por cierto, uno de los mejores discos de rock que he escuchado últimamente). 'Se hizo de noche cuando te conocí', creando una comunión imprevisible y que ponía la piel de gallina, cantando aquellas personas desde el patio de butacas lo que el grupo desde el escenario no podía.

Entre las canciones de su último trabajo, 'Carolina' fue invitada al escenario, a 'Maggie' se le cantó para que despertara, y M-Clan inició el viaje al lugar donde las calles están ardiendo y las pueblan inmigrantes. Carlos Tarque, borracho de rock&roll, dedicó sus 'Pasos de equilibrista' a los grupos murcianos que ahora empiezan y deben mantenerse en la cuerda floja, y mostró su lado más sensible de la mano de 'Roto por dentro', 'Miedo' (dos grandes temas y de los más conocidos de sus anteriores trabajos) y 'Hasta que se acostumbre a la oscuridad', tema de este álbum dedicado a Javier Balibrea.

Dos horas de concierto (con dos bises) que se hicieron lacónicas, aliñadas por unas gotas de blues y un trio de metal madrileño apoteósico (que contagiaban las ganas de vivir aquel concierto como si fuera el último), pusieron en evidencia lo que desde hace tiempo se rumorea por los lares del rock: los M-Clan son GRANDES. Grandes porque te hacen sentir excitación, agitación, falta de respiración, te ponen la piel de gallina y los sentimientos a flor de piel; son capaces de dejarte ese sabor a tabaco de liar y whiskey del buen rock, y te dejan exhaustos como después de una buena noche de sexo. Fue noche de fuegos artificiales, pérdida de la noción del tiempo y el espacio, y de cerrar los ojos para desear no ver el final de aquel orgasmo musical.

2 Response to "Una experiencia totalmente orgásmica"

.
gravatar
eneas Says....

los m claneros que hemos disfrutado de un concierto sabemos como se disfruta... lo has bordado Rosario... ¡que envidiaaaaa!

Leave A Reply

Expresa todo lo que quieras