Antonio Lucas "Lobo" / Cieza.

¡Somos campeones del mundo! ¡Pudimos! España levantó ayer la dorada por primera vez en su historia. Éxtasis rojo.

Ya lo anunció el señor Masa…
España, 11 de julio de 2010, 23.00 h.
- Toc, toc.
- ¿Quién es?
- La gloria eterna.
- Adelante.

El equipo de Del Bosque logró la victoria con un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 de la prórroga. ¡OA OA OA, Iniesta a la Moncloa!

El de Fuentealbilla materializó el sueño de todo un país trémulo de emoción y ávido de gloria. El Cervantes del Balón fulminó la resistencia naranja con un disparo cruzado, la España futbolera sobrecogida y reflejada en un solo rostro: el del Gran Capitán, canonizado por enésima vez.

¡Qué grande es el fútbol! ¡Y qué grande es España! Abran bien la boca, sáquenlo desde el estómago y griten con fuerza: somos los mejores.

¡Campeones del mundo! ¡Madre mía! ¡Campeones! Estoy emocionado, compréndanlo. Anoche fue noche de Reyes, y esta vez sí trajeron lo que ponía en la carta.

Holanda casi se sale con la suya... el partido fue un auténtico campo de minas, partido de trincheras, de holandeses disfrazados de italianos, con un árbitro inoperante e inepto que permitió el juego de cuchillos orange, no obstante, fue una navaja de Albacete la que se incrustó en el corazón del éxito, arrebatándoselo todo.
Tensión, mucha tensión. Creo sinceramente que tanto sufrimiento no pudo ser sino una penitencia para alcanzar la felicidad plena, el cielo que siempre se nos negó.

Los primeros diez minutos de partido se parecieron mucho a la semifinal contra Alemania, pero nada más lejos, Holanda supo cómo esterilizarnos, maniatando nuestro juego a base de marrullería y orden, su apuesta subterránea y rufianesca casi nos cuesta alguna baja. La patada en el pecho que propina De Jong a Xabi Alonso es de lo peor del mundial.

En la segunda parte, en plena guerra abierta y con fuego cruzado en todos los costados, 'La Roja' volvió a encontrar su fútbol ante auténticos perros de presa que nunca perdían el sitio. Las ocasiones volvieron a aparecer y como respuesta los holandeses afilaron los machetes y buscaron las sombras, y ahí Van Bommel es el número uno. Creo que en ningún otro mundial este tipo hubiera llegado a jugar la final sin ser expulsado.

Sneijder y Robben eran los dos únicos tallistas en un equipo de esclavos programados para destruir, sólo ellos tuvieron licencia y capacidad para crear. El segundo demostró que es uno de los mejores jugadores del momento. Imagínense la cantidad de suspiros que provocó la parada de Iker ante el correcaminos alopécico... Envejecí un par de lustros cuando se produjo la jugada...

Y es que Casillas volvió a ser decisivo, justo cuando más debe serlo un portero, ¿qué le van a contar a él? Por cierto, se comenta sin cesar el beso a Sara Carbonero… pues les diré que es algo normalísimo, algo fenomenal, ¡qué demonios! Si yo acabara de ser campeón del mundo y ella me entrevistara les prometo que no le daría tanto cuartel por muchas cámaras que hubiera delante, eso se lo aseguro. Y es que hay momentos en que profesionalidad sólo es sinónimo de pamplinas.

La prórroga fue roja, Iniesta y Cesc dieron una lección de cómo moverse entre líneas, Xavi y sus tropas ganaron terreno en la media, y mientras otros avasallaban el balón, ellos lo cortejaban. Busquets, espléndido, se agigantó cuando hizo falta y la zaga apretó los dientes, no perderían aquello que 46 millones de habitantes querían ganar.

Se acercaba el precipicio de los penaltis, muy poco tiempo, sin embargo, a Iniesta le sobró para expulsar a Heitinga e instantes después grabar a fuego su nombre en la historia de este deporte.

Minuto 116, Cesc le dio el balón y le dijo “Andresito, toma métela. Hazlo por todos nosotros y por todos aquellos que no pudieron”. Iniesta chutó con la fuerza y la ilusión de los Zarra, Puchades, Maceda, Camacho, Michel, Hierro, Guardiola, Raúl y tantos otros. Gol. ¡GOL! Victoria. Un país distinto.

Un tipo como el que escribe siempre soñó con cubrir un acontecimiento de este calado, y a pesar de que esta crónica no pueda estar a la altura del éxito vivido, por lo que les pido disculpas, me siento tremendamente afortunado.

Me gustaría terminar agradeciendo a Raúl Masa la oportunidad que me brindó de participar en SHM, un blog que junto a Héctor Rubio nos dio la ocasión de sentirnos más partícipes de la gesta de la selección.

Para terminar, doy sinceramente las gracias a unos jugadores enormes, perfectos, por la dicha que nos han regalado, a unos jugadores que parecen editados en un videojuego de lo buenos que son, a unas personas que han sabido hacer feliz a todo un país. Gracias, muchísimas gracias.

Desde ahora, como ellos, siempre llevaré esa estrellita en el pecho, junto al corazón.

Somos campeones del mundo.