Eneas G. Ferri / Alcoi.

Como casi todos los ‘viernes night’, acudimos algunos amigos al Niagara, que aunque no sea un puticlub tiene nombre de tal. Tomamos algo después de cenar, hablamos y echamos unos dardos. Como tantos amigos del mundo.

En un giro conversacional, salió a la palestra la película de 'Robin Hood'. Rápidamente dije: -“Yo quiero verla, tengo como una de mis favoritas la de Kevin Costner y Morgan Freeman. Ésta en plan 'Gladiator' debe estar bien”.

Un amigo sonrió y me preguntó: -“¿Has visto 'Gladiator'?, pues no vayas a ver ésta. Es lo mismo pero con un toque de humor que la hace menos épica. Duerme tranquilo. Te toca tirar”.

Sonreímos. Me dieron los dardos. No tenía la noche. No daba ni uno y me dediqué a perder la partida mientras pensaba, entre tirada y tirada, entre frase y frase, cómo sería un Robin Hood hoy día. El primero que pensé fue el Dioni, pero en lugar de dar el dinero a los pobres se lo gastó en mulatas. Dardo al 1, error. Más que Robin de Locksley, sería el “Dionín de Ipanema”. No pega. Dardo al 3. Mierda, si no cierro el 17 me crujen.

Mientras derivamos la conversación por otros derroteros, sin querer y sin venir a cuento, recuerdo el caso de Lukánicos, aquel perro que desde hace años se planta delante de los antidisturbios de las manifestaciones en Grecia. Según dicen, es un perro abandonado que viviría cerca de los grupos antisistema y por afinidad, acaba en primera fila, casi como un juego, ladrando a los policías. Se ha erigido como emblema de la lucha contra el capitalismo. Cierro 16, triple 15 y puntúo con el 18. Por fin una tirada decente. Otras fuentes dicen que con el tiempo el animal ha adquirido una especie de adicción a los gases lacrimógenos. Nada de mitos. Dos dardos al suelo y otro al 7. Tirada nula, “meada al canto” en jerga.

Tras Lukánicos y las previsiones de planes para el verano, sigo pensando en como sería un Hood español, pero me viene a la mente una canción de Serrat de un poema de Antonio Machado, “la España de charanga y pandereta”. Miro a mi alrededor. Jordi salta, ha dado al centro de la diana. – “He hecho un Robin Hood”. Que casualidad, así se dice en jerga. Se acaba la partida, el cigarro y el cubata.