28 de mayo de 2010

Crítica: Two lovers

Rafael Bargiela / Madrid.

Los problemas emocionales hacen que Leonard vuelva al hogar de su infancia, la casa de sus padres en Brooklyn para intentar mejorar su estado, y ayudar a su padre en el negocio. Allí comenzará a relacionarse con 2 mujeres, por una parte Michelle, su vecina, una caótica y atractiva rubia; y por otra Sandra, la hija del socio de su padre, una chica hermosa de trato dulce. Leonard deberá decidir si se deja llevar por la obsesión y la pasíon, o bien por la dulzura, el cariño y la ternura.

James Gray es uno de los directores llamados a renovar el plantel de directores americanos de hoy en día. Tras una serie de notables cintas de cine negro, como la magnífica 'La noche es nuestra', ahora nos sorprende con una drama amoroso que, lejos de ser la típica historia de caprichos amorosos, resulta ser un entramado emocional complejo, caracterizando de forma bastante minuciosa la obsesión y la ceguera por una parte, y la necesidad y la comodidad en la otra, en las dos caras de una misma moneda. Describe, bajo una atmósfera sobria y oscura, los delirios amorosos de una mente trastornada.

Joaquin Phoenix es un actor habilidoso. Lo hemos visto muchas veces bajo la piel de personajes de gran complejidad emocional, con traumas y adicciones, asi como fustraciones variadas (Cómodo en 'Gladiator', o Johnny Cash en 'En la cuerda floja'). En este caso, el personaje muestra un enorme repertorio emocional, con momentos de gran tristeza, como de gran alegría, pasando por instantes de gracia u otros de liberación de rabia contenida. Así, la habilidad de Joaquin Phoenix para expresar a la perfección cada uno de los rincones emocionales de su personaje es altamente notable.

También hay que destacar el trabajo de Gwyneth Paltrow, mujer de rostro angelical, que mientras que en otros papeles se muestra algo carente de emociones, aquí aparece pletórica, mostrando a una mujer inestable y caótica, imposible de dominar. Algo difícil de imaginar hasta ahora en un rostro tan sereno y tranquilo.

Al final nos queda una película entretenida, de planteamiento interesante, y de ambientación diferente para el género, con buen sabor de boca final, y sin sensación de malgasto de tiempo y lágrimas en una basura. Una película con todo lo bueno de los dramas amorosos, sin ninguna de sus desventajas.

2 Response to "Crítica: Two lovers"

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Pepe H. Says....

En realidad, el film es "la típica historia de caprichos amorosos". Lo que la distingue de otras de esta calaña es que en esta ocasión sí que se definen unos personajes de carne y hueso y sí que se atiende al peso que sus personalidades tienen para desencadenar y concluir la trama. Es un film de personajes con el argumento del típico y tópico drama de Hollywood, que nos descubre por enésima vez que lo que importa no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta.

Me quedo con tu última frase: "Una película con todo lo bueno de los dramas amorosos, sin ninguna de sus desventajas". Justamente eso. De lo mejor que hay ahora en cartelera.

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