9 de abril de 2010
¿Harías puenting con tu coche?
Juan Antonio Carreras / Murcia.
El puénting es un deporte extremo, concretamente, una modalidad de salto encordado que se realiza desde puente con cuerda de escalada en forma de péndulo. Las personas que realizan este deporte saben que si las cuerdas se rompen, la muerte está casi asegurada, por eso guardan las mayores medidas de seguridad, para poder disfrutar de su deporte sin arriesgar su vida.
Conducir es un peligro, pero también un placer, y como en el puenting, hay que estar prevenidos y guardar las mayores medidas de seguridad. Las estadísticas reflejan que los siniestros viales son cosa de los humanos, de sus negligencias y temeridades, de sus excesos de velocidad, sus despistes, sus ingestas de alcohol y drogas, de no respetar las medidas de seguridad - como no usar cinturón, casco, hablar por el teléfono móvil- de no respetar en definitiva a los demás. Si a todos nos gusta ser educados, ¿Por qué ser maleducados vialmente?
Cuando nos ponemos al volante nos transformamos, sale esa persona oculta que se manifiesta a través de la carretera, sale lo peor de nosotros. El tráfico lleva hasta el límite nuestro estrés, y lo pagamos con los demás. Por momentos nos convertimos en delincuentes viales. Pero no ocurre lo mismo cuando vamos caminando. Si alguien se cruza o incluso nos da un pisotón, espontáneamente pedimos perdón mutuamente, que curioso; al volante hacemos lo contrario, nos enfadamos y no perdonamos el error ajeno, accionamos el claxon e incluso aceleramos para impedir "que se nos cuelen".
La velocidad no es amiga de la carretera. Son muchas las muertes por esta causa, y bastaría con cambiar de actitud por parte de los conductores.
Volviendo al puenting. Por el año 2001 se publicó una infografía magnífica que reflejaba la relación entre la velocidad comparada con caídas desde monumentos emblemáticos. Esta gráfica fue publicada en el número 150 de la revista Tráfico de la DGT (llamada ahora Tráfico y Seguridad Vial y que va por el número 199). El gráfico, realizado por DPI Comunicación, recibió un premio internacional por la originalidad del planteamiento y su diseño.
Una colisión frontal entre dos vehículos o el choque con algún elemento fijo, como un muro o árbol, puede traducirse en la caída de ese vehículo desde determinada altura, dependiendo de la velocidad. Eso quiere decir que la fuerza de choque sería, en ambos casos, la misma. La propia evidencia física hacer ver que un choque a la velocidad de 50 km/h., implica, debido al frenazo, que se circulaba a una velocidad mayor. Es como tirarse desde un tejado, en un edificio de cuatro pisos, o desde el Puente Romano de Mérida más o menos, por ejemplo.
Si circulamos a 150 km/h. y chocamos, sería como caer cerca de 100 metros que tiene la Giralda de Sevilla de altura. A 120 km/h. caeríamos desde los 60 metros que prolongan la Torre de Pisa. Pero no solamente a altas velocidades, sino que a 50 km/h., como ya hemos citado en el ejemplo del edificio de cuatro alturas, estaríamos haciendo puenting sin cuerdas desde los 11 metros de altura del Puente Romano de Mérida.
El puénting es un deporte extremo, concretamente, una modalidad de salto encordado que se realiza desde puente con cuerda de escalada en forma de péndulo. Las personas que realizan este deporte saben que si las cuerdas se rompen, la muerte está casi asegurada, por eso guardan las mayores medidas de seguridad, para poder disfrutar de su deporte sin arriesgar su vida.
Conducir es un peligro, pero también un placer, y como en el puenting, hay que estar prevenidos y guardar las mayores medidas de seguridad. Las estadísticas reflejan que los siniestros viales son cosa de los humanos, de sus negligencias y temeridades, de sus excesos de velocidad, sus despistes, sus ingestas de alcohol y drogas, de no respetar las medidas de seguridad - como no usar cinturón, casco, hablar por el teléfono móvil- de no respetar en definitiva a los demás. Si a todos nos gusta ser educados, ¿Por qué ser maleducados vialmente?
Cuando nos ponemos al volante nos transformamos, sale esa persona oculta que se manifiesta a través de la carretera, sale lo peor de nosotros. El tráfico lleva hasta el límite nuestro estrés, y lo pagamos con los demás. Por momentos nos convertimos en delincuentes viales. Pero no ocurre lo mismo cuando vamos caminando. Si alguien se cruza o incluso nos da un pisotón, espontáneamente pedimos perdón mutuamente, que curioso; al volante hacemos lo contrario, nos enfadamos y no perdonamos el error ajeno, accionamos el claxon e incluso aceleramos para impedir "que se nos cuelen".
La velocidad no es amiga de la carretera. Son muchas las muertes por esta causa, y bastaría con cambiar de actitud por parte de los conductores.
Volviendo al puenting. Por el año 2001 se publicó una infografía magnífica que reflejaba la relación entre la velocidad comparada con caídas desde monumentos emblemáticos. Esta gráfica fue publicada en el número 150 de la revista Tráfico de la DGT (llamada ahora Tráfico y Seguridad Vial y que va por el número 199). El gráfico, realizado por DPI Comunicación, recibió un premio internacional por la originalidad del planteamiento y su diseño.
Una colisión frontal entre dos vehículos o el choque con algún elemento fijo, como un muro o árbol, puede traducirse en la caída de ese vehículo desde determinada altura, dependiendo de la velocidad. Eso quiere decir que la fuerza de choque sería, en ambos casos, la misma. La propia evidencia física hacer ver que un choque a la velocidad de 50 km/h., implica, debido al frenazo, que se circulaba a una velocidad mayor. Es como tirarse desde un tejado, en un edificio de cuatro pisos, o desde el Puente Romano de Mérida más o menos, por ejemplo.
Si circulamos a 150 km/h. y chocamos, sería como caer cerca de 100 metros que tiene la Giralda de Sevilla de altura. A 120 km/h. caeríamos desde los 60 metros que prolongan la Torre de Pisa. Pero no solamente a altas velocidades, sino que a 50 km/h., como ya hemos citado en el ejemplo del edificio de cuatro alturas, estaríamos haciendo puenting sin cuerdas desde los 11 metros de altura del Puente Romano de Mérida.
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4 Response to "¿Harías puenting con tu coche?"
Este artículo es diferente a los otros Jose Antonio. Aqui dices algo, comparas con edificios, explicas datos interesantes. Esto sí, los anteriores no servian para nada
.
Muy bien anónimo, tú si que siempre aportas algo, no te jode.
Los demás artículos estaban igual de bien que este, y explican las cosas muy claras en ámbitos en los que a la ciudadanía le falta mucha formación: la seguridad vial.
Todo lo que se aporte a la seguridad vial está bien aportado creo yo...
Así pienso yo amigos. Que todo lo que se aporta para mejorar la seguridad vial es positivo, no se entiende de otra forma, más allá de escribir mejor o peor, aunque supongo que a unos gustará y a otros no, esa es la grandeza de la escritura. A los que les mueve el tema de la seguridad vial y policial me consta que les gusta. En este espacio soy consciente de que me muevo entre gente muy distinta, con sus rencillas con los policías, pero yo me siento muy a gusto, y está mi buen amigo Raúl. Yo sé distinguir, y aquí soy uno más.
Ojalá guste a muchos más, pero como le dijo uno de mis "clientes" un día a una Jueza cuando le pidió el DNI, "es lo que hay". Ya contaré la historia algún día, vaya tela.
Gracias amigos.
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