9 de marzo de 2010
"Nuestra fiesta"
Hugo Mazón / Alicante.
Nunca podré tener una opinión propia acerca de la fiesta de los toros porque hay muchas variables a tener en cuenta. Desde un punto de vista categórico sí, es cierto, el toro sufre y por lo tanto debe eliminarse esta tradición.
Si relativizamos un poco esta opción debemos compararla con la vida de los animales más parecidos al toro, que se encumbran como opción favorita de menú de bar de camioneros: la ternera o vaca.
Encontramos que la ternera pasa toda su vida en una caja de zapatos engordando. Para ello también se le suministran ciertos tipos de productos sintéticos e incluso los restos de sus compañeras de cuarto (esta fue una de las causas del surgimiento del mal de las vacas locas). Sin apenas movimientos pasan un día detrás de otro hasta que un buen día viajan a un matadero industrial para que hagan buena cuenta de ellas. Quien haya ido a un día de matanza o haya visitado un matadero industrial sabrá que allí no se juega con la comida, lo que tiene que pasar pasa sin más.
Por otra parte encontramos esas fábricas de desayunos equilibrados: las vacas lecheras, que ahora mismo el precio de lo que producen no da ni para pagar lo que cuestan y que también pasan gran parte del tiempo hacinadas e hipervitaminadas. Si pasamos a hablar de las gallinas de puesta o la cría de conejos las condiciones de vida no mejoran.
Un toro de lidia pasa cuatro años viviendo en un paraje paradisíaco. Vive entre miembros de su misma especie y muere de una forma que (en mi opinión) connota más honores de los que pueda recibir en un matadero industrial. Incluso Goya lo reflejó como si fuera un arte.
Jamás iría a una corrida de toros y sin embargo he visitado ganaderías. El fin del negocio de las corridas supondría el fin de inmensas dehesas, ecosistemas en sí mismas y a día de hoy una de las pocas oportunidades de supervivencia para el encinar español.
Me parece una opción tan simplista el decir “no a los toros” como el decir “que cada uno haga lo que quiera” o “si no te gustan no vayas”. Por eso mismo no puedo aportar una opción propia a la lidia, por que mis argumentos se debaten entre relativizados o categóricos. En un país idílico todos seríamos vegetarianos y las vacas vivirían en las montañas libres y sonrientes, pero necesitamos las explotaciones ganaderas para sobrevivir en la sociedad que hemos montado y a mi personalmente me afecta más la destrucción de ecosistemas completos (no queda ni una sola playa virgen en todo el mediterráneo) que si la muerte de un animal se produce entre sus propios alaridos o los del público.
5 Response to ""Nuestra fiesta""
Estoy totalmente de acuerdo contigo Hugo.
¡Muy bueno el artículo!
Donde este una buena corrida, que se quite el fútbol.
Donde esté una buena corrida, que se quiten los toros!
A ver en qué quedamos...pelotas o cojones??
¿Es que hay que elegir?
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