14 de enero de 2010
Una década de cine (Año 2005)
José Hernández - Miguel Á. Gómez / Murcia.
Después de comenzar bien el año, con toda España unida en un solo grito-rima cuando Ramón García dijo eso de “¡Feliz dos mil cinco!”, tuvimos que asistir al cúmulo de calamidades que siempre pueblan los resúmenes anuales: el incendio del Windsor, la muerte de Juan Pablo II, la sequía, el fatídico atentado de Al-Qaeda en Londres, el huracán Katrina, el terremoto de Cachemira, la gripe aviar, las revueltas de París, el culebrón Farruquito...
Pero también fue un año de grandes sucesos: la tregua de ETA, el fin de la lucha armada del IRA, la legalización del matrimonio homosexual, la ley de reproducción asistida, el nacimiento de Cuatro, las primeras elecciones en Iraq, los triunfos de Alonso, Pedrosa y la selección de balonmano, y en cuestiones de cine, el Oscar para Amenábar. Repasando el año, es increíble la cantidad de películas de calidad que ni siquiera hemos podido colar entre nuestras “finalistas”.
Menciones especiales (J.H.): La guerra de los mundos, Brick, Jarhead, Munich, El jardinero fiel, De latir, mi corazón se ha parado, Caché, Tú, yo y todos los demás, Junebug, Virgen a los 40, Guía del autoestopista galáctico, Enron: Los tipos que estafaron a América, Thumbsucker.
Menciones especiales (M.A.G.): Romanzo Criminale, En la cuerda floja, Sin control, Batman Begins, La novia cadáver, El método, King Kong, Madagascar, Hostage, Cuatro hermanos.
Terrence Malick no se prodiga mucho, pero este año tuvimos la suerte de ver su reinterpretación (poética, sutil, visualmente arrebatadora) de la leyenda de Pocahontas. Un dechado de maestría en la puesta en escena, una atmósfera indescriptible, una estructura fragmentada y, como resultado, una obra maestra de poderosa emotividad.
Thriller sencillo, pero profundo e intenso, de los que dejan huella. Excelente película que, con un soberbio Viggo Mortensen y un sensacional ritmo narrativo que cautiva al espectador, trata el origen, las manifestaciones y las consecuencias que tiene la violencia, la cual se cuela en nuestra vida sin que nos demos cuenta.
En un año particularmente brillante para el cine independiente americano, este drama sobre la ruptura de una familia en los años 70 destacó sobre el resto. Sincera, emotiva, por momentos descarnada, es una película autobiográfica que toca a la perfección temas de enjundia como la responsabilidad de ser padre o la naturaleza de la creatividad.
Película emotiva y perfectamente ambientada en plena Gran Depresión, donde un boxeador debe luchar y encajar los golpes de la vida para sacar adelante a su familia. Una historia de superación personal basada en hechos reales, muy bien dirigida por Ron Howard y protagonizada por un gran Russell Crowe.
Esta historia de un proxeneta que sueña con dedicarse al hip hop supuso el salto a la fama para Terrence Howard, con merecida nominación al Oscar incluida. Una película en donde la música se convierte en una catarsis de emociones, que define las esperanzas y frustraciones de un grupo de personajes condenados a vivir en el arroyo, y que sólo se tienen los unos a los otros.
Elegante película escrita y dirigida por Woody Allen, que hace una brillante reflexión sobre la importancia de la suerte y las coincidencias a través de una historia sobre la ambición y el deseo. Sorprendiendo a propios y extraños, Allen nos trajo un drama de ritmo pausado y giros de guión, en donde el poder de una imagen vale más incluso que sus siempre acertados diálogos.
La cumbre del periodismo en el cine. En sólo 90 minutos, George Clooney consiguió condensar todo lo que hace grande a esta profesión: la investigación, la inquietud, la defensa de las libertades, la honestidad, los principios por encima incluso de la vida. Todo ello con una puesta en escena elegante, un ritmo constante y seguro, y un guión de primera que encauza los clímax hacia los monólogos de un inmenso David Strathairn.
Inteligente película dirigida por Andrew Niccol y protagonizada por Nicolas Cage. Una historia cruda y real sobre el tráfico de armas, narrada de forma directa, con cierto aire de documental y con un guión cargado de ironía y humor negro, capaz de mostrarnos el mundo en el que vivimos pero que no vemos. Una verdadera denuncia política y una reflexión moral con un trasfondo impactante.
Shane Black, el hombre detrás de Arma Letal y El Último Boy Scout, volvió a lo grande al cine con este homenaje al cine negro de Hammet y Chandler en forma de comedia negra, cáustica disección de las miserias de Hollywood y del sueño americano, que no sólo cuenta con una trama enrevesada digna de los maestros del género, sino con una dosis gigantesca de autoparodia, frases memorables y escenas tronchantes.
Robert Rodríguez y Frank Miller nos ofrecieron una obra impresionante y espectacular, la mejor traslación cinematográfica que se ha hecho de un cómic. Una película en blanco y negro con pinceladas expresionistas de color para resaltar ciertos detalles, un sensacional reparto de actores y unas impresionantes dosis de violencia, nos sumergen directamente en la ciudad del pecado. Una seria y necesaria recomendación para los amantes del cine negro y las novelas gráficas.
2 Response to "Una década de cine (Año 2005)"
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Personalmente me quedo con 'Buenas noches y buena suerte', auqneu la verdad es que hay muchas y muy buenas.
'Munich' y sobre todo, 'El jardinero fiel', me hubiera gustado que hubieran estado en el TOP.
No obstante, 'Sin city' me parece un muy buen número 1.
Siendo subjetivo, mi top one sería para la historia de pocahontas. Pero hay muy buenas películas algunas han influido muchísimo en posteriores, pero aun así.
James Cameron pensará parecido porque su película Avatar, es una versión un tanto parecida (siendo bondadoso).
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