2 de enero de 2010
La circulación en rotondas
Juan Antonio Carreras / Murcia.
Con el inicio de año tenemos nuevas caras en SHDC. Desde hoy comienza a colaborar con nosotros Juan Antonio Carreras. Policia local y experto en seguridad vial, nos acercará de una manera didáctica y divulgativa aspectos relacionados con lo anteriormente dicho.
Su implantación fue diseñada para reducir el número de accidentes de circulación, agilizar el tráfico y reducir la velocidad; sin embargo, los conductores no terminan de adaptarse a ellas.
Las rotondas, o plazas de sentido giratorio, comenzaron a utilizarse en nuestro país por los años 90', pero no ha sido hasta este nuevo siglo cuando su implantación ha crecido a pasos agigantados. Fueron diseñadas para favorecer la fluidez del tráfico, evitar accidentes y reducir la velocidad de los vehículos. En cierta medida es así, porque permiten aligerar la circulación en lugar de mantenerla detenida en un semáforo o cruce regulado por señal de STOP o CEDA EL PASO, y necesariamente tienes que reducir la velocidad al tener que modificar la trayectoria recta del vehículo.
Lo preocupante es que el conductor español no ha terminado de entender las normas de circulación al entrar, al circular y al salir de una rotonda.
Por mi experiencia como Policía Local del grupo de atestados, diariamente puedo comprobar que los implicados en el accidente no saben quien es el responsable.
Por un lado están los “temerarios”, que se creen en posesión absoluta de la verdad, y tachan de “kamikazes” a los que circulan correctamente, argumentando que el otro vehículo se le ha cruzado.
Y por otro, los buenos conductores, que conocen como se debe circular y quizás por eso lo hacen con miedo, porque saben que la forma correcta de circular es la más arriesgada, aunque sea legal.
A pesar de haber sido diseñadas para hacer la circulación más segura, se convierten en más peligrosas cuando no se respetan las normas que dicta el Reglamento General de Circulación.
La entrada a la rotonda no plantea grandes problemas, casi todos saben que el que está dentro tiene preferencia sobre el que pretende entrar, a pesar de que esta norma, al circular en sentido contrario a las agujas del reloj, contradice la norma general de preferencia de paso a la derecha.
El problema se plantea cuando ambos vehículos están dentro de la rotonda, pero en distintos carriles. La resolución a la forma correcta de circular es tan sencilla como entender que cualquier cambio de carril debe señalizarse (los vehículos llevan unas lucecitas amarillas en los extremos, que se llaman intermitentes). Para cambiar de carril hay que señalizarlo y realizarlo solo cuando no se entorpezca al vehículo que circula por el carril al que pretendemos incorporarnos.
Cuando no se hace así, se producen los accidentes, porque uno cambia de carril sin hacerlo con seguridad, caso éste que tampoco plantea grandes problemas. El mayor problema, y con mayor desconocimiento por parte de los conductores, se produce a la hora de abandonar la rotonda. Nada más sencillo como recordar las normas de cambio de carril.
Los conductores que circulan por el interior y pretenden abandonarla deben ceder el paso a todos los vehículos que circulan por el exterior, siempre que se interpongan en su trayectoria.
Casi todos los accidentes en rotondas, en los que intervengo, se producen por este último supuesto. Otros se producen con un solo vehículo implicado que hace la rotonda recta y atraviesa el centro. En estos casos casi siempre está presente la ingesta de bebidas alcohólicas o consumo de drogas.
Lo más preocupante de las rotondas es que existan conductores que pretenden hacer de ellas un negocio. Me refiero al que las utiliza correctamente y es consciente de que no va a tardar mucho en verse implicado en un accidente. Mis sospechas se orientan a personas que planean sufrir el accidente para cobrar material y personalmente de la compañía aseguradora. Es difícil de demostrar porque su conducta es legal, sin embargo se aprovechan del desconocimiento de la legislación por parte de otros para sacar provecho.
2 Response to "La circulación en rotondas"
Yo creo que en España hay un exceso de redondas, sin ir más lejos de mi casa al trabajo hay 60KM, de los cuales unos 40 son por autovía.
Pues bien, el otro conté las redondas por las que paso y eran dieciocho.
Las redondas son eficaces bien hechas, pero aquí se está abusando de su potencial, lo que aumenta la peligrosidad, acarrea pesadez en la conducción y reduce su eficacia.
Efectivamente. Cuando las rotondas se hacen bien, con espacio suficiente y en lugares adecuados, mejoran la circulación y aumentan la seguridad. Pero es que se ha tomado la moda de colocar una rotonda en cualquier sitio, más por moda que por necesidad. Si a ésto le unimos que no sabemos circular por las rotondas todo se complica.
Ahora se irán poniendo de moda las "Turbo rotondas", que al llevar en su interior lineas continuas hacen que se comprenda mejor por donde circular. Están por llegar a Murcia, aunque ya se están adaptando en otras Comunidades.
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