23 de enero de 2010

Crítica: El hombre que nunca estuvo allí

Rafael Bargiela / Madrid.

Un discreto peluquero ,llamado Ed Crane, vive en un pueblecito al Norte de California. Ajeno a la vida de los demás, vive sobre sus pensamientos observando impasible el paso del tiempo y la locura de la gente que lo rodea. Hasta que un día llega su gran oportunidad, para la cual decide iniciar una estafa que le llevará por una caótica cadena de acontecimientos.

Brillante relato de los hermanos Coen. La película, entre la comedia y el thriller, no escapa nunca de su ambientación oscura, atrayendo al espectador con una bella narración y personajes inquietantes. La voz del personaje protagonista inunda la sala, llamando tu atención desde el inicio, introduciéndote en ese blanco y negro penetrante y llamativo en el que se envuelve el relato.

Cada uno de los personajes aparecidos llenan la pantalla con fuerza demoledora. La risa exagerada de Frances McDormand en la cena de amigos, la actitud de cumplidor del sueño americano de Gandolfini, la "gratitud" del personaje de Scarlett Johansson, o la indiferencia hacia todo en Billy Bob Thorton son solo algunas de las muestras que se pueden encontrar de la peculiaridad puesta en la atmosfera que baña la película.

El personaje principal, sin hacer nada, manteniendose indiferente, ve como el destino le arrastra irremediablemente hacia un agujero negro. No sin antes fumarse un último pitillo. No se sabe muy bien como lo hace, pero cada vez que sale Billy Bob Thorton fumando en la película te dan ganas de fumarte otro cigarrillo con él. Inquietante.

2 Response to "Crítica: El hombre que nunca estuvo allí"

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Anónimo Says....

es una buena película. Sabes, siempre pienso que es de Alfred Hitchcock, creo que la intriga es similar a alguna de sus películas. Animo a ver todas las películas de los Coen. Estaría bien una sección dedicada a directores de cine y sus películas.

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