7 de diciembre de 2009

Adopción, llave de la felicidad (I)

Teresa Fernández / Madrid.

En un exquisito reportaje dividido en dos partes, una de nuestras colaboradoras, Teresa Fernández, analiza algo tan delicado de tratar como las Adopciones.

La sonrisa de Marta se dibuja al cruzar una mirada con su mamá adoptiva. Sus ojitos achinados brillan con intensidad a miles de kilómetros de su lugar de origen. Callada y atenta a todo lo que le rodea camina despacio hacia casa mientras muerde un trozo de regaliz... Ya en el salón, el cansancio le vence y se queda dormida en el sofá.

Marta ha vivido sus primeros diecisiete meses de vida en un orfanato de Pekín con carencias emocionales, alimenticias y de estimulación. Pero su vida dio un giro de 360º. Santiago Carpintero y Mari Ángeles García, sus padres adoptivos, viajaron a China a buscarla. Al verla junto a sus cuidadoras, a Santiago se le escapan las primeras lágrimas y pocos minutos después Mari Ángeles vive el momento más feliz de su vida y cumple su mayor deseo: abrazar a su pequeña.

El viaje al país natal de los niños es especial. La maleta no sólo va cargada de ropa; también cabe ilusión, amor, nervios y miedos. El encuentro con sus hijos marcará la culminación de un largo y duro proceso. “Un embarazo son nueve meses físicos, pero la adopción son dieciocho meses psicológicos”, puntualiza Mari Ángeles. En esa gestación los psicólogos de las ECAI (Entidades Colaboradoras en Adopción Internacional) brindan la preparación psicológica, tan fundamental para afrontar la nueva situación.

Las ECAI tramitan el procedimiento de adopción con el país de los niños presentando toda la documentación necesaria en los centros de adopciones a través de un intermediario. Además imparten unas charlas informativas, donde les exponen a los padres la situación –el estado de salud- de los pequeños y las posibles reacciones del niño con la nueva familia.

Hay niños que viven esperando una caricia y numerosas familias deseosas de darles mil, pero antes, entre otras muchas pruebas, hay que conseguir el Certificado de Idoneidad, tras someterse a una entrevista de valoración realizada por psicólogos y asistentes sociales, quienes estudian la estabilidad personal y emocional de cada adoptante y conocen las motivaciones que le llevan a la adopción. Revisan desde el domicilio, que se convertirá en el nuevo hogar del menor, hasta el día a día, pasando por sus cuentas corrientes, su pasado y sus reacciones ante posibles situaciones que vivirán con sus hijos en las etapas de su crecimiento.

Pero... ¿Se cuestiona si un padre biológico es idóneo para ser padre? Esa pregunta dio inimaginables vueltas en la mente de Remedios Díaz Belmonte, de 53 años, natural de Villalgordo del Júcar, Albacete, cuando los psicólogos de la Delegación de Bienestar Social de la provincia le denegaron el certificado al considerar que no era la persona idónea porque no disponía de tiempo suficiente para cuidar de un menor. Ella cree que el problema no residía en que fuera dependienta del Corte Inglés, sino en que es soltera.

Remedios conocía sus derechos e interpuso una denuncia contra la Delegación; un mes más tarde ganó el juicio y consiguió adoptar a Pranika, una niña nepalí. La lucha incansable que protagonizó mereció la pena. Su vida la llenó su hija y hoy las dos avanzan de la mano para entenderse y conocerse.


Segunda parte

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