Raúl Masa / Madrid.

Un 25 de noviembre más y de nuevo las portadas de los periódicos vuelven a abrir con el mismo asunto: la violencia de género.

Puede haber casos como los del diario El País, en el que se congratulan con que la cifra de mujeres asesinadas a manos de sus maridos se haya reducido en 14 con respecto al año anterior, pero eso no es motivo de alegría, pues hay otras 49 mujeres que por desgracia no vivirán otro 25 de noviembre.

Los problemas derivados de la violencia de género son múltiples, y las soluciones que se aportan en muchos casos se antojan mínimas, por lo tanto, ¿dónde está el problema?, ¿cómo surge?

A principios de esta semana, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, informaba sobre la alarmante cifra de que el 32% de las órdenes de protección en casos de violencia de género provenían de mujeres menores de 30 años, y que el 17% de los hombres menores de esa edad piensa que ser agresivo les hace más atractivos.

Sin ser muy inteligente se puede ver como la problemática en la violencia de género no está representada como históricamente se ha creído en una pareja más bien mayor y en la que el marido generalmente tiene problemas con el alcohol, no, eso ya no es así. Resulta que hoy día nos encontramos con jóvenes parejas, de estudiantes en algunos casos, en los que el hombre, en un acto de cobardía extrema se atreve a poner la mano encima a una mujer, o lo que es igualmente grave, es capaz de menospreciar de cualquier forma a una mujer.

Algo está cambiando, pero para desgracia de la sociedad, lo está haciendo negativamente. En un país supuestamente bien educado, bien formado y en cual se cree que existen unos valores personales, no puede ser que no haya un responsabilidad social por parte de la gente.

Es un problema de todos, y más a nuestro pesar cada vez con mayor ratio de edad, por lo que ahora todos somos responsables con lo que suceda. Por eso, debemos decir a cualquier edad y con cualquier condición…

NO a la violencia de género