8 de septiembre de 2009
Kevin Smith: de más a menos
Miguel A. Gómez / Murcia.
Director, actor, guionista, e incluso escritor de cómics, que ha ido perdiendo fuerza y talento con el tiempo.
Kevin Smith nos ha deleitado y hecho reír con algunas de sus obras, la mayoría desarrolladas en New Yersey, su tierra natal; aunque también nos ha aburrido con algunas otras.
Suele ofrecernos una corta pero intensa aparición en algunas de sus producciones, interpretando a Bob “el Silencioso”, acompañado de su inseparable amigo Jay (Jason Mewes, amigo también de la vida real).
Sus películas suelen ser comedias románticas; pero un romanticismo visto desde un punto de vista un tanto peculiar, caracterizado por una sexualidad abierta y liberal que tiene entre sus protagonistas a sus también amigos Ben Affleck, Matt Damon y Jason Lee (más conocido éste último por ser el protagonista de la exitosa serie en Estados Unidos “Me llamo Earl”) y al ya citado Jason Mewes.
“Clerks”; su primera comedia, sorprendió a propios y extraños, pese a su bajo presupuesto, su filmación en blanco y negro, y el hecho de estar rodada en una tienda en donde nos narra un día en la vida de dos dependientes, y las relaciones y conversaciones que tienen con sus genuinos clientes, a pesar de que el protagonista principal “no tenía que estar allí, porque era su día libre”.
Siguió en su línea argumentativa con “Mallrats” y “Persiguiendo a Amy", dónde nos demostró ser amante del jockey, a la misma vez que su gran pasión por los cómics. Incluso en la primera, nos regala un cameo de Stan Lee, co-creador de los cómics de “Marvel”.
A ellas, les sucedió la criticada “Dogma”; en dónde dio un giro argumental considerable respecto a lo que nos venía acostumbrando. En ésta, la trama está centrada en dos ángeles renegados que tienen como fin la destrucción del universo. Para ello, “Dios” enviará a una chica para evitar la catástrofe, pues el regreso de aquellos al paraíso, supondría la eliminación de toda existencia humana.
Más tarde, con “Jay y Bob el Silencioso Contraatacan”, al fin se decidió llevar a la gran pantalla una película basada en la pareja que tanto utilizó en sus anteriores largometrajes, pero fue objeto de mayores críticas que la anterior y no dejo del todo satisfechos a sus incondicionales.
Con el fracaso de la desastrosa “Una chica de Jersey”, puso su mirada retrocediendo en el tiempo y decidió hacer la segunda parte de su obra de culto y más querida de sus espectadores. Sin embargo, la esperada “Clerks II”, no sorprendió tanto, reportándole menos éxito que aquella.
En pleno “declive cinematográfico”, realizó recientemente su última película, en un intento de reacción con el fin de contentar a sus seguidores.
Se trata de “¿Hacemos una porno?”. En ella, narra la historia de un chico y una chica que son amigos desde el instituto y que compartiendo piso, intentan hacer frente a sus deudas, haciendo una película porno amateur. Una base argumental a la que pudiendo sacársele mucho partido, hace sumirnos en el aburrimiento, la falta de aquellos originales y divertidos diálogos de sus otras películas, y que tal y como avanza en su trama, hace esperar a todo el mundo en un giro que nunca llega a producirse, con un final previsible desde el principio.
Como diría el mismísimo “Bob el Silencioso” imitando al maestro yoda: “hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.
Kevin Smith está realizando actualmente varios rodajes. Es de desear que en su vuelta a la gran pantalla se nos presente con renovadas dosis de humor y originalidad, o en su defecto retorne a su originalidad.
3 Response to "Kevin Smith: de más a menos"
Que pena lo de este tio, yo he visto todas las que ha hecho y parece que ha ido perdiendo la chola poco a poco. Pero las primeras pelis eran graciosas...y DOGMA es, a mi entender, un peliculón. Aver si se saca algo nuevo y bueno de la manga, que aunque esté en decadencia el tio tiene la esencia.
Lo mejor que ha hecho este hombre en su carrera es "An evening with Kewvin Smith". Es mejor orador que cineasta, debería tener un programa estilo Jay Leno pero para frikis y olvidarse un poco de la gran pantalla, que desde Persiguiendo a Amy parece haberse ido desgastando progresivamente.
Muy buen artículo Miguel, te felicito
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