Miguel A. Gómez / Murcia.

"Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas"

A diferencia de Nicolas Cage en “Leaving Las Vegas” o de los “Oceans” del genial Steven Soderbergh, los cuatro protagonistas de esta película van con otra intención muy diferente a la “ciudad del pecado”.

Tal vez quien vea el trailer de “Resacón en Las Vegas” piense eso de: ¡¡otra comedia americana sin sentido ni gracia alguna!! algo que venimos constatando con resignación cuando asistimos al estreno de alguna película del cine cómico norteamericano de nuestros días; pero afortunadamente no es el caso de esta producción.

En esta película, en el transcurso de sus escenas y tal y como avanza la trama, estamos ante un argumento bien distinto, sorpresivo y estructurado; ello hasta el punto de impresionarnos y hacernos reír.

Se trata de un film original de Todd Phillips; director entre otras de Viaje de Pirados y Starsky & Hutch, con un tema tan típico y tópico propio del cine de Hollywood como es una desmadrada y desfasada despedida de soltero; aunque no por ello deja de causar una buena impresión en el espectador.

Doug; el futuro novio y el más cuerdo a simple vista de los protagonistas, decide irse dos días antes de su boda con sus amigos Stu (el típico chico guapo y casado) y Phil (el particular chico débil y “calzonazos” que tiene que mentir a su novia para poder salir con sus amigos), y su futuro cuñado Alan (sin duda, “el mejor” y más enloquecido o degenerado), a celebrar en el mayor lugar de vicio y perversión del mundo, lo que esperan que se convierta en la más impresionante e inolvidable despedida de soltero; y al parecer, lo consiguen.

La línea argumental transcurre como es de esperar: amigos que se juntan para despedir la soltería de un buen amigo, la suite de lujo alquilada hecha un auténtico desastre, una resaca impresionante, con alguna sorpresa que otra, etc… Todo ello, hasta que despiertan de esa alocada noche. En este caso, a diferencia de otros, todo cambia. No se acuerdan de nada, hay un bebé y un tigre en la habitación y todos desconocen de dónde provienen, y para colmo, el futuro novio y principal protagonista de la fiesta ha desaparecido como por arte de magia. La solución que proponen, es intentar reconstruir los pasos y hechos acontecidos en la noche, con la esperanza de encontrar a Doug, para poder regresar a casa “de una pieza y sanos y salvo”, con el fin de que aquél se pueda casar, tal y como estaba previsto.

Sin embargo, cuanto más avanzan en sus descubrimientos y averiguaciones sobre lo que hicieron, mayores son sus problemas y más se dan cuenta de las dificultades que les esperan para poder volver a la normalidad, hasta el punto de producir en el espectador la sensación de esperar impacientemente para conocer el desenlace de los hechos, entre dosis de comedia, de acción, e incluso de intriga.

No se trata de una película “grandiosa”, pero sí entretenida y alegre a partir de “la mañana siguiente a la fiesta”, siempre y cuando el espectador quiera pasar un buen rato por las situaciones absurdas que provocan las risas hasta en su mismísimo final.
Cabe resaltar, como dato curioso y anécdota, la aparición de la bellísima Heather Graham y el cameo de Myke Tyson a lo largo de la película, tal y cómo se puede ver en el trailer.

A decir verdad, no hay ninguna despedida de soltero igual que otra, pues son únicas y puede que las anécdotas de esta película queden en nuestro recuerdo durante algún tiempo.