SHDC.

En España hay una tendencia natural a las guerras entre empresas o partidos políticos. Desde hace un tiempo, nos encontramos sumergidos en la mal llamada guerra del fútbol. Todo por los derechos de emisión de los partidos de Primera División. En parte es lógico: son millones de euros los que mueve el fútbol y, por lo tanto, tener el control y el poder sobre sus derechos es una cuestión vital para las empresas audiovisuales.

Lo mismo sucede con el sector de los transportes. Cuando se encarece el precio de viajar en coche (entre otros factores, por el mayor precio del combustible), las personas utilizan con mayor asiduidad el transporte colectivo (aviones, trenes, autobuses…). Por ello, se hace fundamental ofertar unos precios competitivos para llamar la atención de los clientes y usuarios, y ante esta lucha sin cuartel parece que nadie da su brazo a torcer.

Enfados

La noticia saltaba a las primeras páginas de los diarios económicos la semana pasada. Iberia bajaba un 14% el precio de su producto estrella, el puente aéreo Madrid-Barcelona. La decisión de reducir la tarifa de 410 euros a 353 euros, por primera vez desde que comenzó a operar esta ruta, se ha debido a un acto de relanzamiento del producto.

Toreando de una mejor o peor manera un golpe de hipocresía, la bajada de ese 14%, presentada como un ejercicio de marketing para captar clientes, se debe a la dura competencia que tiene Iberia con el AVE desde que se inauguró la alta velocidad entre Madrid y Barcelona.

De momento, Iberia tiene el 53% del tránsito de pasajeros entre Madrid y Barcelona, frente al 47% que ostenta Renfe. Y en lo que respecta al tráfico aéreo, Iberia posee una cuota del 25% de los viajeros, siendo sus principales competidores Vueling, Spanair y Air Europa.

Madrid-Barcelona-Madrid

Desde SHDC, nos hemos propuesto hacer un viaje simulado (Madrid-Barcelona) a nuestros lectores desde distintos medios de transporte para comprobar las diferencias. Se trataría por ejemplo de salir de Madrid el 3 de agosto y regresar el sábado día 8, siempre, claro está, en la clase más económica.

.- Avión: La duración del trayecto oscila entre los 55 y los 70 minutos. Habrá dos opciones de compra. La primera es la que no tiene reservas: el producto puente aéreo de Iberia, cuyo precio es de 353€. Pero si lo reservamos por internet una semana antes, lo más barato que nos ofrece la web de Iberia es de 96€.

.- Tren: Si lo que llevamos es prisa, cogeremos el AVE. Hay muchas variables que repercuten en el precio: comprarlo on line, hacerlo con una o dos semanas de antelación… No obstante, el billete medio cuesta unos 160€. La duración del viaje es de 2 horas y 38 minutos.

.- Autobús: Por último, el transporte por carretera. Si compramos nuestro billete en ALSA, la clase más barata saldrá por 50€. Lo malo es que la duración puede no gustar: más de 8 horas.

Con todo esto, lo que se demuestra es que la comodidad y la duración del viaje determina su precio. Que cada cual mire su bolsillo y vea qué le compensa más.