Jorge Sanz * / Madrid

Esta frase un tanto malintencionada se debe a la nueva y gran actuación de las administraciones publicas del Ayuntamiento de Madrid, el cual se embarcó en la remodelación de la calle Serrano y claro, se montan su propia película, aprobando proyectos y el inicio de obras sin tener en cuenta la actual realidad en la que vivimos.

Comienzan a realizar zanjas y -¡uy!- Mira tú por donde aparecen en frente del Museo Arqueológico Nacional restos de la antigua cerca que rodeaba Madrid en época de Felipe IV y canalizaciones posiblemente del periodo medieval-musulman. Porque sí señores, Madrid como asentamiento urbano y con propia entidad, se debe a la necesidad del Califato de Córdoba de defenderse de las incursiones de los Reinos cristianos del norte peninsular.

Los lumbreras que dirigen estas actuaciones seguramente ni se preocuparon de tener en cuenta la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid de 1998. Decidieron por su cuenta y riesgo iniciar las obras, y claro, ahora la culpa la tiene Patrimonio histórico y los arqueólogos que pararán la obra. Pobrecitos los operarios que se quedan sin trabajo, pobrecitos los comerciantes de la zona que ven patas arriba la zona y lo único que quieren es verla bonita para hacer negocio.

Pues es hora de pensar que posiblemente los mismos que han dado trabajo a los operarios, los que compran a precios exorbitantes en las tiendas, y los que prometen un mejor barrio a los vecinos sean los culpables de todo esto por no saber o “no querer saber” planificar los proyectos nada más y nada menos como la “Ley” dictamina.

* Jorge Sanz es historiador y arqueólogo