29 de junio de 2010
La metáfora catalana
Hugo Mazón / Alicante.
Al grito de ¡España se rompe! El Partido Popular interpuso ante el Constitucional algo más de un centenar de recursos. Estos recursos debemos recordar que fueron posteriores a una negociación en la que los partidos catalanistas ya habían rebajado sus pretensiones acerca de lo que pretendían que Cataluña significara en España. El resultado final, fruto de una negociación ejemplar en la democracia española (nunca se había llegado a un acuerdo anterior a este en un tema tan espinoso desde la Transición) sirvió como referente para reformar el conjunto de estatutos que ya funcionan dentro del territorio nacional.
Ahora el Tribunal Constitucional determina que todas las palabras importantes dentro de ese texto son retórica, pura retórica vacía de cabida en ese marco democrático que llaman Constitución. Cabe recordar ahora que la Constitución española fue elegida democráticamente para consolidar la propia democracia y que una cosa no puede existir sin la otra. El Tribunal determina ahora que un texto refrendado en el Senado y las Cortes y votado en referéndum por cerca del 75% de los catalanes que ese día pensaron que lo que se votaba era determinante (un 49% concretamente frente al 36% que votaron el Estatuto de Andalucía) no cabe en la Constitución, y por lo tanto no cabe en la democracia.
Cabe decir que a este grupo de jueces se les resta validez, pues tendrían que haber dejado hace tiempo su cargo y por artimañas legales (que sólo ellos entienden) y luchas políticas (que nadie entiende) han mantenido un cargo que, estando en tela de juicio, les permite divagar sobre lo divino y lo humano, dándole potestad para ir en contra de la soberanía de una comunidad, de la voluntad de todo un pueblo y de la decisión de los cuerpos del poder político. También deberían tener en cuenta que ese texto que repudian es el mismo que ha generado 48 leyes en Cataluña y que ha inspirado el resto de cuerpos de texto que regulan la legalidad en el resto de comunidades españolas.
Cataluña, desde antes de la transición, ha sido un exponente de la modernización de todas las instituciones del País. Han contribuido al mismo aportando más dinero que ninguna otra comunidad y han hecho evolucionar planteamientos políticos anclados en el pasado. Siempre ha cumplido su compromiso con el pueblo español y lo único que ha pedido es que el pueblo español cumpliera su compromiso con ellos. Sin embargo el pueblo español sólo ha sabido ser un lastre que anteponía políticas absurdas basadas en un concepto medrado de unidad, inspiradas en ideas ofrecidas por los Reyes Católicos, a una verdadera opción de unidad, ya sea a través de una regulación estatutaria, federal o simplemente constitucional.
España hoy ha perdido su oportunidad de acercarse al tren catalán. Hoy sí, España se rompe y al contrario de lo que piensan algunos, se rompe porque no hemos sabido mantener una unidad consensuada. Hoy como ayer la sensación de unidad se gana a base de imposición, imponiendo la prepotencia. La sociedad catalana clama hoy al saber que todas las oportunidades de unión que han lanzado desde un marco claramente unionista han fracasado. Hoy han perdido la esperanza de encajar en la legalidad española justo cuando se aprueba su estatuto. Esa es la metáfora catalana, pues todos sus movimientos han cohesionado la nación y sin embargo todos han sido tildados de separatistas.
Ahora el Tribunal Constitucional determina que todas las palabras importantes dentro de ese texto son retórica, pura retórica vacía de cabida en ese marco democrático que llaman Constitución. Cabe recordar ahora que la Constitución española fue elegida democráticamente para consolidar la propia democracia y que una cosa no puede existir sin la otra. El Tribunal determina ahora que un texto refrendado en el Senado y las Cortes y votado en referéndum por cerca del 75% de los catalanes que ese día pensaron que lo que se votaba era determinante (un 49% concretamente frente al 36% que votaron el Estatuto de Andalucía) no cabe en la Constitución, y por lo tanto no cabe en la democracia.
Cabe decir que a este grupo de jueces se les resta validez, pues tendrían que haber dejado hace tiempo su cargo y por artimañas legales (que sólo ellos entienden) y luchas políticas (que nadie entiende) han mantenido un cargo que, estando en tela de juicio, les permite divagar sobre lo divino y lo humano, dándole potestad para ir en contra de la soberanía de una comunidad, de la voluntad de todo un pueblo y de la decisión de los cuerpos del poder político. También deberían tener en cuenta que ese texto que repudian es el mismo que ha generado 48 leyes en Cataluña y que ha inspirado el resto de cuerpos de texto que regulan la legalidad en el resto de comunidades españolas.
Cataluña, desde antes de la transición, ha sido un exponente de la modernización de todas las instituciones del País. Han contribuido al mismo aportando más dinero que ninguna otra comunidad y han hecho evolucionar planteamientos políticos anclados en el pasado. Siempre ha cumplido su compromiso con el pueblo español y lo único que ha pedido es que el pueblo español cumpliera su compromiso con ellos. Sin embargo el pueblo español sólo ha sabido ser un lastre que anteponía políticas absurdas basadas en un concepto medrado de unidad, inspiradas en ideas ofrecidas por los Reyes Católicos, a una verdadera opción de unidad, ya sea a través de una regulación estatutaria, federal o simplemente constitucional.
España hoy ha perdido su oportunidad de acercarse al tren catalán. Hoy sí, España se rompe y al contrario de lo que piensan algunos, se rompe porque no hemos sabido mantener una unidad consensuada. Hoy como ayer la sensación de unidad se gana a base de imposición, imponiendo la prepotencia. La sociedad catalana clama hoy al saber que todas las oportunidades de unión que han lanzado desde un marco claramente unionista han fracasado. Hoy han perdido la esperanza de encajar en la legalidad española justo cuando se aprueba su estatuto. Esa es la metáfora catalana, pues todos sus movimientos han cohesionado la nación y sin embargo todos han sido tildados de separatistas.
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5 Response to "La metáfora catalana"
En primer lugar, muy buen texto.
Y sobre el tema... Uff. Sobre todo me quedo con esas "artimañas" de las que hablas. No entiendo lo que ha pasado con los jueces...
Sobre el fondo de la cuestión soberanista... Es muy raro. Creo que a día de hoy existe una legítima soberanía "cultural" de la catalanidad, y creo que por su propio peso terminará siendo legal.
Curioso, en la época de la globalización voraz, los hiperlocalismos son más radicales.
Los hiperlocalismos y los nacionalismos, todos se disparan...estamos en una época extraña, pero ciertamente es la única forma de salvaguardar culturas y tradiciones... aunque a veces se pasan de madre...
Yo creo que aquí nos equivocamos soberanamente. La sentencia del tribunal maquilla 13 ó 14 disparates de los 40 ó 50 asuntos inconstitucionales que contiene el estatuto.
Yo no sé muy bien a que te refieres con ese eufemismo de "legítima soberanía cultural de la catalanidad". Yo no creo en la España de las Comunidades Autónomas, ni ahora, ni nunca.
Yo creo en un Estado federal claro. Con una constitución que diga que España es una Nación y que dentro de su ámbito territorial coexiste con otras realidades nacionales o naciones, eso de nacionalidad sólo es atribuíble a las personas, nunca a los pueblos.
Pero en esa constitución se deben definir claramente que es competencia de unos y que es competencia de otros. Además de que las Cortes Generales deben ejercer también el control sobre los estados federados. Lo que hay que perseguir es que la administración pública sea eficiente y eficaz. Yo estoy de acuerdo en que Galicia, País Vasco y Catalunya tengan derecho a decidir su futuro. Eso sí, si deciden marcharse -que no lo harían- deben hacerlo creando un estado propio e independiente absolutamente de España, es decir nada de estado asociado y chupasangres semejantes.
Pero mientras estén en España debe haber justicia e igualdad entre todos los ciudadanos, eso quiere decir que todos paguemos los mismos impuestos al Gobierno central y que este los reparta según las necesidades que tenga la sociedad.
No, el estatuto dice que la Generalitat lo recauda todo, se queda con la mitad y el resto se lo da al Gobierno, que obligatoriamente tiene que realizar unas inversiones mínimas en catalunya, aunque puedan ser más necesarias en otro lugar. Pues oiga esto no solo es que sea inconstitucional, es que es ilógico, insolidario e inmoral.
Se habla profusamente de la cultura catalana. Una cultura preciosa, prolífica, viva, admirable. Tanto o más como la española. El problema está cuando los inútiles políticos de Catalunya quieren ponerle fronteras a algo que por definición no tiene fronteras. La cultura no es excluyente, alguien que valora aprecia y disfruta de la cultura catalana y lo hace también de la inglesa o de la española no es menos catalanista, sino más CULTO.
El problema, en ningún caso, está en la promoción de lo catalán -que debe ser promovido tanto por la Generalitat como por el Gobierno- sino en la exvlusión y la discriminación de lo español. Si de verdad tuviésemos memoria histórica recordaríamos las viles acciones de Franco contra el catalán y no las repetiriamos ahora con el español.
Catalunya creo que es una gran Nación, que convive perfectamente con y en la Nación española. Este estatuto lo único que busca es la exaltación de lo catalán a través de la eliminación de lo español, pero eso sí expoliando al estado al cual dicen no querer pertenecer.
En ningún momento se elimina lo español de Cataluña, simplemente intentan darle prioridad a lo catalán para poder defender su cultura...
Estoy de acuerdo en que España debería ser federal, por eso mismo critico ese aire de "parecer unidos aunque sea mentira..."que se da desde algunos sectores de este país.
Respecto a la cultura catalana, esta claro que no se puede determinar uno a uno quien la tiene y quien no, pero también esta claro que de Cataluña emerge un aire diferente del que mueve el resto del país, por lo que sería mejor preservarlo que ir contra él...
Respecto al nivel económico decir que Cataluña ha aportado y aporta mucho más dinero a las arcas nacionales del que España le aporta a las suyas, por lo que siguen teniendo un saldo intacto e impecable...
salud!!!
Desde el Partido Popular no pusieron un centenar de recursos, pusieron un único recurso en el que pretendían impugnar un centenar de artículos.
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