20 de junio de 2010

La magia del ascenso

José Ramón Martínez / Yecla.

Apoteósico, épico, heroico, desgarrador, inigualable, genial. Yecla, 19 de junio, treinta minutos pasaban de las cinco de la tarde, faltaban aún dos horas para el inicio del encuentro, y el estadio municipal de la Constitución ya se encontraba lleno. Esta semana no ha habido mundial, no ha jugado España, no ha existido ni Madrid, ni Barça, ni Murcia, ni Hércules. Los pensamientos de los yeclanos no iban más allá del templo de la calle Cruz de Piedra.

El fútbol hay veces que nos maltrata viendo
episodios como los de Anelka, la soberbia florentiniana, o personajes como Joan Laporta, que incluso hacen preguntarnos por qué nos gusta el fútbol. Pasaban más de diez minutos de las diez de la noche, y en la Constitución seguían 5.000 personas -en un estadio en el que caben poco más de 3.000 en buenas condiciones- dejándose la voz y su corazón para que el Yeclano doblegara al Haro. Con uno menos desde el minuto 30 de la primera parte, el conjunto azulgrana aguantó más de 80 minutos en inferioridad numérica.

Allí en la Rioja
ganamos 0 a 1. El equipo del Haro nos empató la eliminatoria a poco menos de cinco minutos de que el colegiado decretara la conclusión. Miedo, desesperanza y desilusión en nuestras caras -las de la afición- que veíamos como se nos iba el ascenso. Nada más lejos, los yeclanos aguantaron la prórroga, más que con fuerzas, con ilusión, con la ilusión de devolver la gloria a una ciudad maltratada.

Y llegamos a la
tanda de penaltis. Fran, nuestro portero, realizó un sobresaliente encuentro. Fue el héroe que necesitábamos. Llevábamos más de cinco horas en el campo, con el corazón encogido de sufrimiento. Jon -jugador del conjunto riojano- va a lanzar, 3-2 para el Yeclano. Es su turno. La tensión se multiplico, al mismo nivel que la presión de la afición al jugador riojano. Toma carrerilla, se dirige al punto de penalti y lanza a la izquierda del portero. Fran detiene y estalla la alegría. Tomamos ventaja. Quinto y último penalti, si Vilaseca acierta ascendemos. Eran ya más de las diez y viente, y la agonía no se podía prolongar. Y no se prolongó, lanzó y volvió a estrellar el balón en las mallas. Y ahí el sufrimiento y la ilusión se convirtieron en una alegría desorbitada. Invasión de campo y explosión de júbilo entre jugadores, directiva y aficionados. Se había consumado el ascenso.

Y de ahí a la Plaza Mayor, más de mil yeclanos y el alcalde recibieron en un modesto autobus descapotable a los héroes. “Un bote, dos botes, jumillano el que no bote”; “Esta es la afición del Yeclano campeón”; "Olele, olala el Yeclano es de Segunda B". Incluso el alcalde se atrevió a pronosticar lo que pasará cuando el Yeclano visite la Nueva Condomina “Real Murcia 0 Yeclano 4” exclamaba entre vítores al equipo, con la emoción del ascenso. De ahí al 'cespín', luego la fiesta se prolongó a los pubs de la ciudad. Ya con los primeros rayos de sol, allá por las siete de la mañana, aún se escuchaban cánticos celebrando la victoria.

Y es que dentro del mundo de lujo, de millones y de superficialidad que supone el fútbol, también existe este otro fútbol. El de los colores y los sentimientos, el de las tradiciones. El Yeclano Deportivo se fundó en el 2004 -tras la desaparición del histórico Yeclano CF- por pequeños empresarios de Yecla cuyo nexo común era que desde que tenían uso de razón iban a animar al Yeclano. En seis años tres ascensos, y lo que es más importante, con una plantilla plagada de canteranos. De los 22 jugadores de la primera plantilla, 12 nacieron en el Hospital Virgen del Castillo de Yecla. Con un presupuesto modesto y realista, que lleva al club a una competición nacional sin deudas.

Con el
agónico descenso del Real Murcia, subió -por el descenso del filial grana- nuestro eternísimo rival, el Jumilla CF. El año que viene el Yeclano Deportivo visitará Nueva Condomina y cantará aquello de “la industria de Murcia, pepino y alpico” y podrá conquistar feudos tan ilustres como el Carranza, o posiblemente Castalia, e incluso el Collao de Alcoy.

Porque la magia del fútbol no la representa ni Messi, ni Cristiano Ronaldo, ni el Mundial de Sudáfrica, ni los millones de euros de Florentino. La magia del fútbol es mucho más que eso, es el amor a nuestra camiseta y nuestros colores, la entrega, el espíritu de superación, dejarse la voz en un campo o ver a una ciudad vestida con una camiseta. Partidos como los de Irún, Sevilla, Girona, Yecla, Portugalete, Tudela, Hospitalet, Alcorcón o Tafalla son los que hacen grande este deporte y disipan cualquier duda de por qué nos gusta el fútbol.

1 Response to "La magia del ascenso"

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Raúl M. Says....

Enhorabuena a todos los yeclanos.

Lo malos es que el año que viene tenéis dos derrotas fijas contra el Cádiz, jeje.

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