Javier Ruiz / Murcia.

Es Marzo de 2007. Llueve fuera. Estamos en Murcia. El escenario, de momento, es la puerta de una Notaría. Después entraremos.

Llama la atención la presencia junto a la puerta de varios trabajadores de un banco. Son “curritos”, nada de gente importante. Miran a todos lados, vigilando, tensos. Llevan unas sacas negras que sacan de un transporte especial. “Aquí hay tomate”, piensa el observador. Quien no tuviera unas buenas gafas de 'rayos X' para saber que hay dentro.

En el piso de arriba, un lujoso despacho con placa de bronce en la puerta se reúnen varias personas. El que da fe, y los interesados en que lo haga. Los que compran y los que venden. Aunque es bastante probable que solo sean intermediarios de los verdaderos millonarios. Quizás escuchen al otro lado del teléfono como se mueve su dinero.

La transacción es sencilla si no fuera por lo que hay dentro de las sacas. El juez diría que “los imputados trataron de darle apariencia de legalidad a su operación”. Unas empresas compran tres fincas en Molina de Segura (Murcia) y otras las venden ante notario por valor de 24 millones de euros. Hasta ahí todo normal. Sin embargo, pronto comienza la montaña rusa legal.

Empresarios, notarios y demás crean una nueva empresa casi sin capital que es la que se encarga de comprar las fincas. Eluden impuestos inventándose un intermediario que no existe, que son ellos mismos. Las fincas valen 15 millones de euros pero la empresa las compra por 24. Y al formalizar las escrituras se abren las sacas secretas: los compradores –inexistentes, de una empresa inexistente- pagan en efectivo 8,6 millones de euros en la propia notaría, mediante la entrega de 17.320 billetes de color morado. Todos los billetes de 500 euros que estaban ocultos al resto de mortales. Dinero negro a punto de ser limpiado.

Sobre la mesa, las sacas abiertas repletas de billetes lila son un insulto a la inteligencia. 8 millones de euros en tan poco espacio. 1300 millones de las antiguas pesetas, la nómina de 6500 trabajadores que cobren el salario medio (1300 euros al mes) en la región de Murcia. La transacción se completa en poco tiempo. El notario da fe y cada mochuelo a su olivo. Así se estafa.

Post Data: No se sabe como esta operación fraudulenta acabó en manos de la Agencia Tributaria. Sus investigaciones en colaboración con la policia nacional han puesto al descubierto una trama de sociedades dedicadas al fraude fiscal mediante la emisión de facturas falsas en diversos sectores, particularmente en la construcción. Hay 22 personas imputadas que actuaron como vendedores, intermediarios y compradores.