21 de julio de 2009

Más que parrilla, churrasco

Rosario García / Murcia

Esta semana sigo hablando de tele para analizar, o mejor dicho, reflexionar, sobre lo que el gran rey del entretenimiento nos ofrece en verano. Y entretener, lo que se dice entretener, tampoco entretiene mucho. Independientemente de mi mayor o menor pasión por este medio, convendréis conmigo en que las televisiones se llenan de programas absurdos que rellenar con contenidos vacíos de cara al verano, de concursos en lo que es prácticamente imposible llevarte algo más de 6.000 €, y series tan quemadas que a veces el mando a distancia se niega a poner.

Las vacaciones y la desconexión se nota que llegan hasta las redacciones de las televisiones; tanto nacionales como autonómicas, no ofrecen mucho más que su parrilla de invierno.

Algunas apuestan por el público infantil-juvenil (como La 2 y Antena 3 con Megatrix) y ocupan sus mañanas con series de dibujos animados o juveniles, eso sí, nada recientes y que llevan tres o cuatro vueltas en la parrilla; las que no (La 1 y Tele 5), siguen con su programación de invierno y rellenan el programa de la mañana con contenidos tan banales como las picaduras de medusas y/o de mosquitos, usar protección al tomar el sol y no hacerlo en las horas cruciales del mediodía; y cuando ya resulta demasiado repetitivo, siempre se podrá recurrir a los programas de cocina o a la prensa del corazón. Tema estrella, junto con los culebrones (de los que se sirven sobre todo las autonómicas para ofrecer al público lo que tanto disfrutó en su momento reponiendo las telenovelas más “taquilleras”), para las tardes del verano y la hora de la siesta. Quizá sea porque la gente durante estas horas si no está en el trabajo, está en la playa, y la audiencia se reduce, por lo que las televisiones no ofrecen ningún plato fuerte y la parrilla se parece más a una macedonia de frutas, fresquita para el que le guste y odiosa para el que tenga tanta hambre de entretenimiento que se comería, a lo Obelix, un jabalí. Todo está ya tan quemado que más que una parrilla es un churrasco.

Llega la noche y la guerra por acaparar toda la atención se dispara. Todas y cada una de las cadenas luchan por ofrecer, salvo ocasiones especiales (como los 40 años de la llegada a la Luna o la muerte de Michael Jackson), una película que sea capaz de mantener a toda (o casi toda) la familia frente al televisor.

De La Sexta y Cuatro no penséis que me olvido, pero su programación es tan dispar y variada (no por ello de mejor calidad), que se me hace indescriptible e imposible de catalogar en los anteriores grupos.

Pero para comer este churrasco, quienes entienden dicen que lo mejor de una comida no está solo en el plato fuerte, si no en saber con que bebida acompañarla. Quizá, la semana que viene se os haga una lista de los mejores cócteles con los que pasar a veces un mal trago. Porque estoy segura de que lo “nuevo” de Mariñas y Patiño sólo soy capaz de aguantarlo con un Margarita, que no puedo tragarme un culebrón venezolano si no es bajo los efectos de un Bloody Mary que me ayude a hacer la digestión, y que los consejos sobre las picaduras de medusas y el desfile de la nueva línea de biquinis de Ágata se me hace más llevadero con un Martini en mano. Y si la película de la noche me gusta, la acompañaré con una Piña Colada para poner el broche de oro a un buen día de playa en el que no ha habido nada de televisión.

2 Response to "Más que parrilla, churrasco"

.
gravatar
mar Says....

tienes toda la razón, la tele es un asco,..no solo porque sea verano jejeje, pero eso sin duda influye. no hay nada que ver, pero a ninguna hora,..bueno,siempre nos quedará la playa, el chiringuito y la fiesta...que le ganan de largo :)(pd:¿desde cuando bebes tú Bloody Mary?jejeje)

Leave A Reply

Expresa todo lo que quieras