José Hernández / Murcia

"Perseverancia y autenticidad, ese es el consejo que doy a los que se inician"

Nacido en 1976, Gabri Ródenas se ha convertido en uno de los nombres más ubicuos en el panorama cinematográfico murciano. Director de cortometrajes y reciente doctor en Filosofía gracias a una tesis sobre el cine de Jim Jarmusch, acaba de ser jurado en el I Festival Linterna Mágika de Cieza, y próximamente coordinará la sección cinematográfica del Alter Arte. Además, acaba de terminar su último corto, ‘The Lonesome Cowboys’, un thriller muy peculiar que termina donde otras películas comienzan. El aquí firmante tuvo la oportunidad de acudir a su estreno exclusivo, y le hizo unas cuantas preguntas:

¿Qué te interesa de una película?
Que me entretenga o me ofrezca algo que no haya visto en otro sitio. Una película con un esquema similar a otras doscientas mil me aburre. Que me haga pensar, no sólo a nivel intelectual sino también de manera fílmica. En definitiva, que me llegue y me transmita algo. Y eso no significa que la película sea mejor o peor. Puedo disfrutar igual con una película mala donde aprecio un montón de valores.

¿Qué valoras más, el estilo o el contenido?
Ambas cosas deben ir unidas, se deben retroalimentar. No soy un formalista. Un contenido bueno con una forma pésima se echa a perder, y una forma brillante tampoco salva un contenido pobre.

¿Qué quieres transmitir con tus cortos?
Al principio estaba muy interesado en un cine rupturista o casi metacinematográfico. Pero conforme pasa el tiempo me voy decantando por el cine de contrabando. Un cine que, bajo una pátina de entretenimiento o de cine fácil de digerir, esconde un contenido intelectual tan fuerte como el que podamos encontrar en películas de autor, pero sin esa pesadez, ese aburrimiento...

¿El camino medio entre el cine experimental y el cine comercial?
Es una cuestión de forma más que de contenido. El fondo sigue siendo el mismo, sigue siendo duro, pero la forma trato de orientarla de tal manera que permita al espectador medio divertirse con lo que hago. O por lo menos entenderlo. Es como si a cada espectador, dependiendo de su nivel, se le diera una cosa. El que tiene más nivel verá más cositas, pero una persona que no está acostumbrada a ver cine de vanguardia también puede entretenerse.

¿De qué trata tu último corto?
Yo lo definiría como un ‘anticorto de acción’. Es como coger a Tarantino y vaciarlo de todo. De la violencia, de la sangre, de los tiros, de la acción... Sí, realmente va de un atraco, pero es rodar uno invisible. Ni se ve el atraco, ni la preparación del atraco, ni nada. Sin embargo, va de un atraco.

¿Quieres frustrar al público con él?
No, ni muchísimo menos. Lo que me mueve es hacer reflexionar a la escasa audiencia que pueda verlo. Hacer un cine un poquito diferente. Volver a repetir lo que ya está hecho una y otra vez me parece un poco absurdo. Es una fórmula que funciona, pero a mi personalmente no me interesa.

¿Crees que se hace cine interesante en la región?
Yo pienso que sí, y de hecho creo que hay cineastas bastante buenos. Por ejemplo, Juan Carlos Martínez me parece un buen cineasta. Ballester y compañía son más famosos y también hacen cosas muy particulares. Y luego un montón de gente que no tiene nombre y que creo que pueden hacer cosas que están bastante bien. Ahí tenemos a David Pellicer, que pienso que es un chaval que puede dar alguna sorpresa.

¿Qué consejo le darías a alguien que está comenzando?
Perseverancia y autenticidad. Todos hemos imitado a los directores que nos gustan, pero yo recomendaría no dejarse llevar por las modas o tratar de subirse a algún tren. Ser fiel a la idea que uno tenga y ofrecer cosas que de verdad salgan del corazón. Porque eso, al margen de la suerte que uno corra, siempre es una recompensa. Y, al final, creo que la autenticidad tiene un premio. Siempre. Quizá con mucho tiempo, pero acaba teniendo un premio siempre.

Y una vez que has rodado tu corto, ¿cómo hacer para que la gente lo vea?
Hay varias maneras. Está la forma institucional: moverlo por festivales, a ver si se lleva algún premio. O modelo guerrilla: colgarlo en internet, en todas las plataformas que puedas, o regalarlo, o tirarlo desde el balcón, lo que quieras. Hacer que la gente lo vea como sea. Es todo una cuestión de preferencias y de aspiraciones. Hay gente que quiere llegar a alguna parte, y gente que simplemente quiere hacer cine.

En tu último corto le pides directamente al público que lo piratee...
La piratería me parece un medio de difusión cultural tremendo. Hay trabajos que, de no ser por ese tipo de plataformas, desaparecerían por completo, porque no se han reeditado. Desde luego, las cosas que yo hago, cuanto más se pirateen mejor.

¿Crees que la oferta cinematográfica de la región es adecuada o suficiente?
Siempre nos estamos quejando, pero en comparación con otros sitios, aquí no nos podemos quejar. Tenemos una Filmoteca con una programación bastante interesante, hay un montón de certámenes, de centros e instituciones donde se pueden hacer cosas... Yo creo que está bastante bien, teniendo en cuenta que Murcia es una ciudad pequeña.

¿Qué opinas de la Filmoteca Regional y de las salas alternativas de Murcia?
La Filmoteca tiene una programación muy buena, pero le falta cuidar un poco al cine murciano. Se proyecta muy poco cine murciano y se cuida muy poquito la proyección. Por lo demás, me parece bastante interesante y tiene una oferta cinematográfica muy cuidada. Las salas alternativas también funcionan de maravilla. El FA, por ejemplo, funciona muy bien. El LAB no es una sala de proyección, pero las actividades que se hacen también están bastante bien. El Puertas de Castilla también es genial.

Eres jurado del Festival de Cortometrajes de Cieza, ¿que puedes decir sobre él?
Se está organizando de manera muy escrupulosa. Han llegado 150 cortos y los estamos viendo todos. Eso no se hace. En un festival, se mira la carátula, el autor, lo conozco, no lo conozco, tal, pum, pum, pongo un minuto, no me va, fuera. Y ahí se está haciendo con cariño y con ganas de apoyar a gente que no tiene un nombre todavía. En ese sentido, creo que puede estar bastante bien.

¿Proyectos de futuro?
Siempre tengo muchos, de hecho no descanso. Pero bueno, como acabo de terminar este, si empiezo a decir “ya tengo una idea”, los amigos se me echarían encima. “¡Gabri, nos vas a poner otra vez a trabajar!” Prefiero madurarlo, y mientras tanto, seguir rodando y vivir un poco.

¿Algo involucrando una mujer barbuda?
Sí, ese es uno de ellos. Va cogiendo el punto. Podría llamarse incluso ‘Coronel Orcod’. Le tengo mucho cariño a esa miniserie extraña que queremos hacer varios directores. Creo que puede salir algo verdaderamente friki e interesante.

¿Para cuándo piensas que se pueden tener los primeros capítulos?
Este verano voy a producir un par de cortos. No sé si alguno de esos será válido para esta miniserie. Si es así, ya tendremos en muy poco tiempo los primeros episodios. Y si no, quizá después de verano nos pongamos en serio con ella.